Avanzan negociaciones entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central de las FARC-EP -EMC-. En Guaviare se escucharon los aportes y propuestas de organizaciones sociales del territorio.
El departamento del Guaviare, en la Amazonía colombiana, ha sido históricamente afectado por la violencia y la presencia de actores armados. Uno de ellos, después de la firma de los acuerdos de paz con las extintas FARC-EP, ha sido las disidencias lideradas por “Iván Mordisco” más conocidas como Estado Mayor Central – EMC-.
Por su carácter estratégico, se escogió este departamento y su capital San José del Guaviare, para ser el lugar donde se llevó a cabo el IV ciclo de negociaciones entre el Gobierno Nacional y el EMC, siguiendo con la apuesta de dialogar desde los territorios.
En la instalación de la mesa estuvieron presentes autoridades como el gobernador del Guaviare, al alcalde, el obispo y a la policía “tratando de que las autoridades locales se empapen más y conozcan más de la mesa”, explicó Pedro Arenas, uno de los negociadores del Gobierno y además líder social del Guaviare.
Pedro también le dijo a El Cuarto Mosquetero que “cada paso que se da es definido de manera bilateral y las partes decidieron que el primer día se abriera un espacio a las comunidades lo cual es valioso por la enorme expectativa para hablarle a la mesa”.
La participación de las comunidades
En la primera sesión de la mesa de diálogo realizada el lunes 03 de marzo, se contó con la presencia y contribución de 23 organizaciones sociales de Guaviare, Meta y Caquetá, entre las que se encontraban pueblos indígenas, voceras de víctimas, de las Zonas de Reserva Campesina, entre otras.
Cada representante de las organizaciones tenía cinco minutos para dar su intervención y contar las necesidades de su territorio y las propuestas para alimentar los diálogos de paz.
Jairo Coy, uno de los líderes de Asojuntas de San José del Guaviare hizo énfasis en su intervención en los problemas de ordenamiento territorial y la falta de presencia del Estado en temas como salud y educación.
Expresó que lo quieren es “tener voz y voto en las mesas de negociación, aportar y enriquecer el documento de paz porque en últimas a quienes va a afectar o quienes lo van a aprovechar son las comunidades”. Lo que pretende Jairo es que en el momento en el que el Gobierno Nacional firme la paz, ya se conozca cuál es el compromiso con la población campesina: “queremos un espacio constante en la Mesa y que de esta forma nos enteremos de qué se está firmando”.
La coordinadora de la Mesa Departamental de Víctimas del Guaviare Anadelia Cundumi, le contó a la emisora Marandua Stereo que fue muy importante dialogar con el -EMC- en este ciclo de negociaciones, “y decirles que nosotros como víctimas tenemos la disponibilidad y queremos que la paz se dé, para poder andar y desplazarnos sin temor”.
Esta lideresa en su intervención expresó que en el departamento del Guaviare “no queremos más guerra, más líderes asesinados, más niños reclutados, más mujeres violentadas, ni minas antipersona, queremos una buena salud, educación, y una vivienda digna para la población víctima”.
Por su parte, Joaquín Niigbe, uno de los voceros de la comunidad indígena Nukak contó que entre sus peticiones se encuentra poder retornar a sus territorios con garantías de permanencia. “En el Guaviare los Nukak somos 27 asentamientos que somos desplazados, vivimos en tierra prestada y sufrimos de necesidades de educación y salud”, explicó.
Otro de los líderes que tuvo la oportunidad de interlocutar con la mesa de diálogos fue Felipe Henao, más conocido como Pipe Q-ida. Propuso que “la Amazonía se convierta en la gran aula ambiental de Latinoamérica y el mundo para desarrollar proyectos de investigación y de educación ambiental en el Guaviare y en los departamentos que la componen”.
Según Pipe, las negociaciones deben dejar explícitas las garantías para la paz, la protección y conservación de los bosques amazónicos, las áreas protegidas y de reserva y los resguardos.
Conclusiones del IV ciclo de negociaciones
El ciclo de diálogos se terminó formalmente el pasado domingo 10 de marzo. El comunicado oficial emitido desde la oficina del Alto Comisionado para la Paz, expone que se aprobaron siete documentos:
-Protocolo de comunicación para evitar incidentes y el contacto armado entre el EMC y la Fuerza Pública durante la vigencia del cese al fuego bilateral temporal de carácter nacional con impacto territorial.
-Protocolo de pedagogía de los diálogos de paz, del proceso, los acuerdos y protocolos suscritos entre el Gobierno Nacional y el EMC.
-Protocolo de comunicaciones e información pública de la Mesa de Diálogos de Paz.
-Acuerdo sobre transformaciones territoriales en Caquetá, Meta y Guaviare.
-Acuerdo sobre transformaciones territoriales en el Catatumbo.
-Acuerdo sobre la Comisión Mixta Jurídica y Garantías de Seguridad.
-Anexo al Protocolo II sobre la instalación de las primeras instancias locales del mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación, -MVMV-.
El próximo ciclo de negociaciones se realizará a mediados del mes de mayo en el municipio de Ocaña, Norte de Santander, “donde se escuchará a las comunidades, se avanzará en la agenda y en otros temas acordados”.
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