Según estudio de la Universidad de Tufts, Colombia es uno de los países con más consumo de bebidas endulzadas en el mundo. Mientras el promedio mensual de consumo de bebidas endulzadas es de 2.6 porciones a la semana en Colombia es de 17.4. Este semestre se debe debatir en el Congreso dos proyectos de ley que buscan regular los entornos escolares y la publicidad dirigida a niños y niñas de estos productos.
La presidenta del Cajar, Yessika Hoyos Morales, se pronunció en días recientes ante el estudio “Cargas de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares atribuibles a las bebidas azucaradas en 184 países”, revelado por la Escuela de Ciencias y Políticas de Nutrición Gerald J. y Dorothy R. Friedman de la Universidad de Tufts, publicado en ‘Nature Medicine’ , según el cual Colombia es uno de los países en el mundo en el cual se consumen más bebidas azucaradas afectando la salud de la ciudadanía.
“Desde hace más 7 años, distintas organizaciones sociales hemos insistido en regular los productos ultraprocesados que contribuyen al desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes. En nuestro país hay un incremento alarmante de casos de diabetes tipo 2 y de enfermedades cardiovasculares por cuenta del consumo de dichos productos. Este año buscaremos nuevamente que el Congreso nos escuche”, dijo la abogada Hoyos Morales.
Colombia, México y Sudáfrica son países que se han visto especialmente afectados. Más del 48% de todos los nuevos casos de diabetes en Colombia se atribuyeron al consumo de bebidas endulzadas. Casi un tercio en el caso de México. En Sudáfrica, el 27,6% de los nuevos casos de diabetes y el 14,6% de los casos de enfermedades cardiovasculares tuvieron que ver con su ingesta, dice el estudio.
La investigación revela además que, en el caso de Colombia, el consumo de bebidas endulzadas es alto con un promedio de 17.4 porciones semanales por persona cuando el promedio en el mundo es de 2.6 porciones.
“Este consumo disparado de bebidas endulzadas ha generado un efecto “bola de nieve” que afecta a cada vez más personas jóvenes que son diagnosticadas con diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, nos preocupa especialmente que estas cifras son parciales pues por la falta de un enfoque preventivo miles de personas en Colombia viven con la enfermedad sin el diagnóstico y los entornos donde habitan menores de edad no están regulados frente a la venta de este tipo de productos”, indicó la defensora de derechos humanos.
Según el documento, Colombia se encuentra en el centro de esta crisis sanitaria y que le han faltado medidas suficientes para frenar el consumo de estas bebidas pese a los impuestos y regulaciones recientes como el etiquetado frontal de advertencia dispuesto en la Ley 2120 de 2021.
“Les hemos demostrado las presiones de la industria. Y a pesar de algunos avances consideramos que debemos fortalecer las políticas públicas dirigidas a proteger la salud y las estrategias preventivas. Generar ambientes escolares alimentarios saludables y regular la publicidad en bebidas endulzadas cuando esta es dirigida a menores de 14 años contribuirá a la salud en Colombia”, enfatizó Hoyos.

Dos proyectos de ley que avanzan en el Congreso.
Según la presidente del Cajar, Colombia tiene una oportunidad de oro para que, desde el Congreso, se responda con la aprobación de dos proyectos de ley que permitirán redoblar esfuerzos en la prevención e incentivar hábitos saludables.
“Hacemos un llamado al Congreso de la República para que avancen proyectos como el que regula la publicidad en gaseosas, jugos de sabor artificial, energizantes, y en general, en los paquetes de comida chatarra cuando su publicidad es dirigida a menores de 14 años; y el que permite generar entornos escolares saludables. Las organizaciones defensoras de derechos humanos continuaremos con las campañas como Dulce Veneno “el antídoto es la verdad” que permiten poner evidencias sobre el daño a la salud de las personas en Colombia”, finalizó Yessika Hoyos.
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