Tanto víctimas como organizaciones viene adelantando conmemoraciones durante la semana internacional del detenido desaparecido que inició el pasado lunes, 25 e irá hasta el 31 de mayo.
¿Dónde están las más de 82 mil personas desaparecidas en Colombia? ¿Por qué solo tenemos información de cerca 42 mil personas? ¿Quiénes han impedido que se conozca el paradero de nuestros seres amados? ¿Por qué se los/as llevaron? Estas son las preguntas que a diario se hacen los familiares de estas víctimas en el país.
Es por eso que la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, lanzó durante esta Semana Internacional del Detenido Desaparecido, la campaña por la ratificación plena del Comité de las Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas, mediante la cual, varias organizaciones sociales vienen realizando manifestaciones artísticas, conversatorios y muestras audiovisuales con el fin de conmemorar a las y los desaparecidos y exigir que se ponga en marcha el Plan Nacional de Búsqueda.
Desde 1984, todos los años, las familias salen a las calles, para conmemorar la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, exigiendo al Estado con carteles, fotografías, velas y flores, que encuentre a sus seres queridos.
Aunque esta semana conmemorativa se lleva a cabo desde hace más de tres décadas, fue con la Ley 1408 de 2010 que se hizo obligatorio este evento para recordar a las más de 80 mil personas desaparecidas forzadamente, según cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Colombia es el país de América con más personas desaparecidas, incluso por encima de las dictaduras del lado sur y los sanguinarios conflictos armados de Centroamérica.
En el país, el conflicto armado que se ha extendido durante más de medio siglo y ni con la firma de los Acuerdos de Paz en la Habana ha podido cesar por completo. La desaparición forzada se ha convertido en el diario vivir, un hecho frecuente y desgarrador para miles de familias y comunidades, especialmente las campesinas.
No solo los grupos armados se han hecho partícipes de estas hostilidades, el Estado también ha tomado partido en este flagelo. Esta práctica está fuertemente ligada el reclutamiento forzado, el secuestro, las ejecuciones extrajudiciales, las amenazas, los homicidios, entre otros.
Las actividades de conmemoración que antes se realizaban con gritos, arengas y carteles, ocupando el ancho las calles y mostrado el dolor amargo de la ausencia de sus seres queridos, ahora se están llevando a cabo de manera virtual, pues el confinamiento derivado del coronavirus, no ha representado ningún impedimento para que las familias de estas víctimas persistan en su búsqueda de verdad, justicia y reparación.
Estas son algunas de las actividades que conforman esta semana conmemorativa en Colombia:
