El 28 de septiembre se conmemora el Día Internacional por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe. De esta manera, se fortalece esta propuesta en el año 1990 durante el V Encuentro Feminista adelantado en San Bernardo, Argentina, en donde la temática principal fue el derecho de la interrupción segura del embarazo.
A partir de ese encuentro se estableció una campaña para el 28 de septiembre de ese año titulado: aborto legal para no morir, como parte de un movimiento que promovía la salud de las mujeres.
En países de Latinoamérica y el caribe no existen garantías institucionales ni políticas para la práctica del aborto seguro. La negación de los derechos de las mujeres en países como, El Salvador, Haití, Honduras, Surinam y Nicaragua; llega al punto de penalizar el aborto, aún en los casos de violación, contribuyendo al incremento de embarazos no deseados y a la mortandad durante abortos clandestinos.
En Colombia hace 15 años la Corte Constitucional tomó la decisión de despenalizar parcialmente la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) bajo las mismas causales que en Chile en cuyo caso lo regularon hasta el 2017: cuando la vida de la mujer está en riesgo, cuando el feto tiene alguna malformación o cuando el embarazo fue producto de una violación.
Cifras de Human Rights Watch alertan que entre el 8% y el 11% de las muertes maternas en todo el mundo están asociadas con el aborto y que entre 2010 y 2014, se practicaron 25 millones de abortos clandestinos en el mundo.
“Los abortos en condiciones de riesgo son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna. Por este motivo, los Estados deberían legalizar el aborto”, dice la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Además, Médicos Sin Fronteras (MSF) en Colombia advirtió que las barreras para las mujeres en el país se recrudecen en municipios rurales.
En estas zonas la red de servicios de salud es precaria teniendo en cuenta que no prestan servicios especializados, la atención es limitada debido a la falta de personal médico, la escasez de medicamentos y el desconocimiento de las mujeres sobre sus derechos hace que estén en continua desventaja.
Según MSF, la mayoría de las mujeres víctimas de la violencia en Colombia buscan apoyo sicosocial por embarazos no deseados que terminan en abortos en lugares clandestinos.
Para este año, la Colectiva de Acompañamiento Llanera (Coalla) estuvo realizando una serie de actividades como muralismo, pintada colectiva, círculo de lectura para mujeres, presentación de la Batucada Feminista, entre otros.