Hoy se celebra el día internacional del libro. Miguel Hidalgo, Elmer Romero y Nayib Camacho han tenido una vida atravesada por estas obras.

Han pasado pocos minutos del mediodía en Villavicencio. Por la hora, el sol y el calor empiezan a ponerse en su punto más alto. La tradicional librería Atenea se encuentra desde hace muchos años en el corazón de la ciudad. Aunque pareciera que llevara ahí toda la vida debido a que está ubicada en una de las pocas casas que mantienen su aspecto colonial.

Desde hace más de 15 años se encuentra allí, Miguel Hidalgo, un hombre que lleva una camiseta polo azul oscuro y carga un lápiz detrás de su oreja como todo un comerciante pero en este caso de libros; un librero.

“Yo había trabajado en otras librerías en Bogotá y en Cali. Llegué a hacer un reemplazo, alguien me dijo que lo reemplazara por un  mes en Bogotá, cuando llegué me gusto el oficio” y así como quien accidentalmente se encuentra con su destino o su misión en la vida, Miguel, quien ahora tiene 44 años, encontró su ocupación con tan solo 22 años, por lo que se puede decir que lleva exactamente media vida entregado a los libros.

Para él los libros son la memoria y el retrato de la historia de la humanidad, a pesar de que históricamente el acceso a estos ha sido desigual en el mundo y por supuesto también en Colombia. “Asimismo, se asume que el acto de leer está restringido a ciertas personas que cuentan con cierto capital para hacerlo, o que pertenecen o se desempeñan en un ámbito académico y/o laboral específico que lo amerita” afirma un artículo de la Universidad del Rosario.

-¿Usted puede imaginarse un mundo sin libros?

-No, un mundo sin libros no existiría, ¿Por qué dónde quedaría la historia? – Y ¿Qué es lo más difícil y lo más fácil de ser librero?

-Lo más difícil sostenerse en un sitio donde nadie quiere leer y lo más fácil es tener la esperanza de que si existen lectores

Con esa extraña mezcla de melancolía y esperanza también se retrata el panorama de nuestro país respecto a los libros leídos al año por personas mayores de 18 años. Este índice es de 3,75 libros al año, según una encuesta de la Cámara de Comercio del libro -CCL- del 2023. A pesar de que esta cifra ha aumentado, ya que en 2017 se leían 2,7 libros, sigue siendo un índice muy bajo en comparación a otros países.

Pasadas unas horas, pero con el mismo calor y con la pesadez que se siente en el ambiente después del almuerzo, Elmer Romero, el bibliotecario de la Biblioteca Pública Departamental Eduardo Carranza de Villavicencio se encuentra sentado en la entrada frente a una estatua del rostro del escritor.

Él mismo confirma que el país tiene un bajo índice de lectura y por ende de contacto con los libros. Debido a eso, las bibliotecas son esenciales en la promoción y el acceso a la lectura. Sin embargo, según la CCL, del total de la población encuestada, solo 21% visitan bibliotecas y 79% no lo hacen, con una frecuencia que es mayoritaria de una visita al mes.

Ante la pregunta de ¿Por qué son importantes los libros? Responde contundentemente que son el fruto de la expresión y la imaginación de cada autor y que son la preservación de la historia, las tradiciones, el patrimonio y el folclor. Además de resaltar su papel en el desarrollo del pensamiento crítico.

Está esperando a algunas personas para hacer una visita guiada a la biblioteca, una de las actividades que tienen para promocionar la conocida ‘Casa de la cultura’. Mientras llegan me comenta un poco de la evolución física de la escritura y con ella el material de los libros “Antes se hacía en piedra con el cincel. Luego con los Egipcios se descubrió el papiro, después los chinos con el papel y posteriormente llegó la imprenta con Gutenberg, que revolucionó la industria”.

De una ruta se bajan varios niños y niñas, calculo que tendrán entre cinco y seis años, son ellos a quienes va a hacer la visita guiada. Es inevitable no sorprenderme ante su edad porque imaginaba a jóvenes o personas mayores. Sin embargo, la inocencia, la ternura y la curiosidad en sus rostros me estremece, ya que están a punto de conocer un lugar donde se almacena tanta historia e imaginación.

El 23 de abril por coincidencia o cuestiones del destino, murieron tres grandes escritores que marcaron la literatura: Cervantes, Inca Garcilaso de la Vega y Shakespeare. Por eso, desde 1988, el día internacional del libro es una celebración internacional promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO-.

Las gafas redondas sobre la mesa, la barba con canas y su mirada grisácea son las cosas que más resaltan a primera vista del escritor Nayib Camacho. Toda su vida ha estado atravesada por los libros y la música. No concibe su vida cotidiana sin la escritura y la lectura.

Sus suspiros dejan vislumbrar la pasión que le produce hablar de la lectura. Considera que esta actividad es una de las más elevadas que puede realizar el ser humano. “Leer es una forma de ir más allá del tiempo y del espacio”.

Se refiere a su oficio como uno de los más desagradecidos, haciendo referencia tanto al reconocimiento en la sociedad como a lo económico. Sin embargo, según el informe Estadísticas del Libro en Colombia del 2022 de la CCL, las ventas netas de libros de interés general ascendieron a $359.532 millones en 2022, con un aumento de 31,9% frente al año anterior.

El libro físico es insuperable, es un objeto en sí mismo, es bello. Da cuenta de tener algo al alcance de la mano, perceptible. Representa y encarna algo imaginario que trasciende el tiempo” y recuerda la famosa frase de Borges, “el libro es el instrumento más asombroso porque es una extensión de la memoria y de la imaginación”. Por eso hoy se celebra y se rinde un homenaje universal a estas obras y a quienes han impulsado el progreso cultural de la humanidad a través de estos.

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