Participación de mujeres y población diversa en las elecciones regionales de Colombia: Una brecha persistente

El 29 de octubre de este año, Colombia llevó a cabo sus elecciones regionales, un evento crucial en el que los colombianos y colombianas eligieron a los líderes locales que dirigirán sus departamentos y municipios durante los próximos cuatro años. Este proceso electoral involucró la elección de 32 gobernadores, 1.102 alcaldes, 12.072 concejales, 418 diputados a las asambleas y 6.513 ediles de las Juntas Administradoras Locales. Sin embargo, detrás de este proceso electoral se encienden las alarmas para evaluar el progreso en la igualdad de representación de mujeres y población diversa en los cargos de elección popular.

El actual gobierno 2023-2026 en funciones se ha propuesto como uno de sus objetivos principales lograr una representación equitativa de género y diversidad en la toma de decisiones. El propósito es asegurar una participación justa y equilibrada de mujeres, personas diversas y hombres, que se vea plasmada en los boletines electorales. A pesar de los notables avances en el corto periodo de mandato, las elecciones territoriales de 2023 han dejado en claro que todavía existe una significativa brecha en el país para alcanzar este ideal.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), para el año 2022 se estimó que Colombia tendría una población de 51,6 millones de habitantes, de los cuales el 51,2% serían mujeres y el 48,8% hombres, con una proporción de 105 mujeres por cada 100 hombres. A pesar de esta distribución de género en la población, las cifras de las elecciones muestran una disparidad preocupante en la participación de mujeres en la política.

Brecha de Género en las Elecciones

Aunque las inscripciones de candidaturas de mujeres aumentaron en un 20% con respecto a las elecciones anteriores, según la Misión de Observación Electoral en Colombia (MOE), la participación política según el género revela que el 39,40% de las candidaturas son mujeres, frente al 60,60% de los hombres. Esta disparidad se refleja en distintos niveles de gobierno.

De las 246 candidaturas para ocupar la gobernación en sus respectivos departamentos, 201 fueron hombres, mientras que solo 45 fueron mujeres. En departamentos como Caquetá, Santander, Antioquia, Caldas, Norte de Santander, Putumayo, Amazonas y Guaviare no se registraron candidaturas femeninas para el cargo de gobernadora, lo que figura un vacío en la representación de las mujeres en roles ejecutivos.

En las elecciones municipales, de las 6.108 candidaturas a las alcaldías, solo 978 fueron mujeres, mientras que 5.130 fueron hombres. En 454 municipios no se registraron candidatas mujeres, y en las ciudades capitales de Sincelejo, Neiva, Barranquilla y Bogotá, tampoco hubo candidatas mujeres. En cuanto a las asambleas departamentales, de las 428 curules en juego, 1.424 fueron ocupadas por mujeres y 2.309 por hombres. En los consejos municipales, se presentaron 103.267 candidaturas, de las cuales 40.715 eran mujeres y 62.552 hombres.

La población diversa en la política

La población LGBTIQ+ también ha buscado su espacio en la política colombiana, con un aumento en el número de candidaturas abiertamente en comparación con elecciones anteriores. A pesar de estos avances, sigue existiendo una brecha significativa en la representación de esta comunidad. Departamentos como Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá D.C. y Atlántico lideraron en términos de candidaturas LGBTIQ+, mientras que, en otras regiones del país, la mayoría de ellos ubicados en la Amazonía y Orinoquía colombiana la representación de esta población fue prácticamente nula.

Los resultados del 29 de octubre revelan que la representación de mujeres en cargos de alto nivel sigue siendo limitada. Solo seis mujeres asumieron el cargo de gobernadoras en el país, el Departamento del Meta es uno de ellos con Rafaela Cortés y en las capitales departamentales, Johana Aranda, del partido conservador en Ibagué, fue la única alcaldesa elegida.

En el Meta, Ana Shirley González del partido Cambio Radical también se convirtió en la única alcaldesa en su territorio. Sin embargo, es importante destacar que tener a mujeres en estos cargos no garantiza necesariamente un cambio significativo en nuestro sistema patriarcal. A menudo, estas mujeres pueden estar arraigadas en prácticas políticas tradicionales y mantener privilegios de clase, raza y género. La clave no es solo apoyar a las mujeres, sino también respaldar a personas, independientemente de su género, que adopten un enfoque feminista y busquen una verdadera transformación política. Los partidos políticos pueden afirmar ser inclusivos al tener mujeres en sus filas, pero es esencial que estas mujeres también abracen una agenda política que incluya a la comunidad LGBTIQ+ y luche por la igualdad y la diversidad.

Las elecciones regionales de 2023 en Colombia han resaltado la persistente brecha en la representación de mujeres y población diversa en la política a pesar de los avances, queda mucho trabajo por hacer para alcanzar una representación equitativa en los cargos de elección popular. Promover la igualdad de género y la inclusión de la población diversa en la política es esencial para reflejar la diversidad y pluralidad de la sociedad colombiana y fortalecer la democracia en el país. El camino hacia una participación justa y equilibrada es un desafío continuo que requiere el compromiso de toda la sociedad.

Por: Camila Jiménez

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