Tres personas fueron asesinadas en la vereda Quebradón Sur, del municipio de Algeciras, departamento del Huila, la noche del pasado 22 de septiembre. Al parecer, hombres armados llegaron al lugar y cometieron el crimen.
Las autoridades identificaron a las víctimas como Jimmy Betancourt Ortiz, de 43 años, su hijo Jimmy Alejandro Betancourt Gómez de 25 y Camilo Rayo 17.
Un habitante de la zona le comentó a El Tiempo que «Varios tipos armados llegaron a la vereda y atacaron a bala a la familia Betancur, les dispararon en sus casas, todo fue en medio de la noche».
Al lugar llegaron funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación para realizar el levantamiento de los cuerpos. Hasta el momento, según las autoridades, no se conocen a los autores ni las causas del crimen. El pasado 16 de julio, en ese municipio, seis sujetos fuertemente armados asesinaron a cuatro personas e hirieron a dos más, el hecho generó cerca de 30 desplazamientos.
Desde los 90, las FARC consideró al municipio de alto valor estratégico por su ubicación, ya que les facilitaba la comunicación desde los Llanos del Yarí y La Macarena, con San Vicente del Caguán, lugar al que pretendían extender su dominio. Algeciras se convirtió también en una pieza clave como corredor de movilidad que comunicaba a Huila con Cauca y Tolima. La importancia de su localización sigue siendo fundamental para la cadena del narcotráfico que lleva la cocaína al Pacífico y de allí a Estados Unidos y Europa.
Aunque en la región se han venido realizando controles por parte de las autoridades, Algeciras, se ha visto gravemente afectado por los frecuentes hechos de violencia registrados allí, donde han muerto firmantes de paz, líderes sociales, campesinos y menores de edad.
