Denuncian irregularidades en el Presupuesto General de la Nación 2021

Hace unos días, el Congreso aprobó el Presupuesto General de la Nación – PGN para el 2021. Sin embargo, según el senador Wilson Arias, se han hallado una serie de irregularidades entorno al manejo que se tiene planeado para este dinero. 

Para el próximo año, el Gobierno dispondrá de 314 billones de pesos, que estarán divididos de la siguiente manera: $53,1 billones corresponden a inversión, $75,9 billones a deuda y $185 billones a funcionamiento. 

El monto propuesto por el Ejecutivo tal como fue radicado y que tiene un aumento de 42 billones de pesos, respecto al presentado el año pasado, fue aprobado por las comisiones económicas y presupuestales conjuntas del Congreso.

Dicho aumento se debe al endeudamiento que deberá adquirir el país para solventar las necesidades de recursos para atender la pandemia del covid-19. 

Luego de esta aprobación, el proyecto de presupuesto, está siendo estudiado por los parlamentarios de las comisiones conjuntas junto al Gobierno, con el fin de definir cómo será la distribución. 

Una de las reuniones para estudiar este proyecto, se realizó recientemente. Se trata de la sesión conjunta de Comisiones Económicas del Congreso de la República sobre el presupuesto para el 2021, allí Wilson Arias, senador del Polo Democrático Alternativo, presentó una ponencia negativa al ya aprobado presupuesto, por considerar que responde a “prioridades inmorales”, como la de garantizar el éxito al sector financiero en su búsqueda de rentas públicas. A su vez, señaló que es regresivo en su financiación, pues “el monto depende de ingresos fiscales calculados con un aumento inusitado en el recaudo del IVA y del impuesto al Consumo”. 

Arias señaló también que el presupuesto “es insuficiente en su estimación”, dado que su cálculo, según el economista Jorge Iván González, fue diseñado con un modelo originado en 1940, y se construyó fuera de la realidad actual del Estado. “Además se encuentra desfinanciado en $38 billones, acudiendo a una marrulla contable para cubrir el faltante mediante la privatización de activos rentables de la Nación, por $12 billones, y el monto restante -$26 billones- se planea cubrirlo mediante una partida ficticia denominada otros recursos de capital”, dijo el senador.

El congresista aseguró que el PGN del 2021 es “ineficaz en su distribución”, pues la apropiación más alta del presupuesto es, de lejos, la destinada al servicio a la deuda pública -$72,6 billones-. “No es casual que este rubro represente 70 veces más de lo que se destina al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Esto explica la ideología que gobierna a las políticas económicas y sus prioridades inmorales”, señaló. Sumando los presupuestos asignados a los sectores de Agricultura, Ambiente, Ciencia, TICs, Comercio Industria y Turismo, Cultura, Deporte, Inclusión Social, Paz, Vivienda y organismos de control, el senador Wilson Arias explicó que no se alcanzan a lograr los $29 billones, cifra menor a los $33,3 billones que se destinan únicamente al pago de los intereses causados por la deuda pública.

Además, el senador Arias expresó que “la ideología de la austeridad, que ha dominado el país en cabeza de Carrasquilla, como era de esperarse, negó rotundamente la posibilidad de aumentar el monto, apoyado en la creencia de que la política fiscal debe centrarse únicamente en restringir el gasto público”. Señaló que, bajo el eufemismo de la “disciplina fiscal”, se diseñan presupuestos y reformas tributarias “para responder a los intereses de los acreedores de la Nación, mediante el aumento desmesurado de la deuda y, por supuesto, a garantizar el pago cumplido de la misma, sacrificando lo que haya que sacrificar; ese sesgo ideológico obliga al Ministro de Hacienda a mantener restricciones presupuestales en momentos de crisis como el actual”.

Por otra parte, Wilson Arias expuso que el PGN del 2021 es “insuficiente, regresivo e ineficaz” y que representa “una oportunidad perdida, en un momento como el actual, en el que todas las estimaciones, proyecciones y mediciones indican que el país atraviesa la peor crisis económica de su historia”. Sobre este aspecto, el senador entregó algunos datos estadísticos reveladores: por una parte, las alarmantes tasas de desempleo que rondan el 20,2 % y se hacen más críticas en las y los jóvenes (29,7 %) y las mujeres (37,7 %), y por otra parte, las cinco millones de personas que padecen hambre, cifra que seguirá aumentando y que indica que “no es momento de ser austeros con el gasto público sólo para satisfacer las rentas financieras; el Estado debería centrarse en auxiliar a los hogares y microempresas por ser la base fundamental de la economía nacional”.

Por último, el senador Arias insistió en que “estábamos frente a una oportunidad única para hacer uso del más importante instrumento de política fiscal para recuperar la economía a través de la demanda”. Explicó que “el presupuesto que aprobaron las mayorías en connivencia con el Gobierno no escuchó los gritos de hambre de los colombianos, es empobrecedor, prioriza las rentas (principalmente las bancarias) por sobre el aparato productivo y coadyuvará a profundizar la crisis de los hogares y las micro, pequeñas y medianas empresas. Me siento moralmente impedido para rendir una ponencia positiva a ese adefesio, por eso dejo constancia ante el país de mi postura y la ponencia negativa que presentó ante las comisiones económicas”.

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