Ricardo Toscano, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Jorge Eliécer Gaitán, una de las zonas cercanas al centro penitenciario de la ciudad, relató a este medio la situación que se vive entre los habitantes del sector, dada la cantidad de casos reportados por Covid-19, al interior de la cárcel.
El 11 de abril se reportaron los tre primeros casos de coronavirus al interior de la cárcel de Villavicencio, siendo la primera en el país en tener presos contagiados. Posteriormente, se reportaron 15 casos más, a la fecha hay 78 casos confirmados.
La situación no solo ha tenido en ascuas a los presos en las penitenciarias de todo el país que se han manifestado de manera pacífica para exigir garantías de bienestar al Estado, sino también a las comunidades de los barrios aledaños a la cárcel de la ciudad, las cuales, temen por la cercanía que tienen con el virus.
El Cuarto Mosquetero se contactó con Ricardo Toscano, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Jorge Eliécer Gaitán, el cual se ubica a unas cuantas cuadras del centro penitenciario, para conocer la situación que vive la comunidad.
El líder aseguró que él, junto a los demás líderes de los barrios de la Comuna 3, habían dado un grito de alerta por la crisis que podría presentarse en la cárcel, la cual cuenta con una sobrepoblación. Cifras del INPEC señalan que en el lugar hay un hacinamiento del 99%, es decir, su capacidad es de 899 y la población actual es de 1.789 presos.
Incluso, en el pasado, los líderes también habían reportado un peligro sanitario por un brote de tuberculosis – TB al interior del centro penitenciario que al parecer, se mantiene aún al día de hoy, así lo demostró un video de los internos del pabellón Santander, en el que se mostraba a varios de los reclusos acostados, con tapabocas y cubriéndose con sábanas. «Merecemos una muerte digna, somos seres humanos», mientras capturaba el momento desolador y pedía la presencia de brigadas de salud. A su vez, mostraba en la distancia, cómo otros pacientes, al parecer con TB, presentaban delicados síntomas. En el lugar, también se han presentado otras epidemias como parotidis y varicela, según Periódico del Meta.
Antes de la crisis sanitaria por covid-19, ya la cárcel venía presentando otro tipo de problemas, especialmente en las infraestructuras. Toscano señaló que la cárcel tiene muchos años de haber sido construida (más de 49, según el portal web del INPEC) y sus estructuras ya no son adecuadas para albergar a los casi 2000 internos que tiene actualmente, razón por la que desde hace tiempo, viene pidiendo el traslado de ese sitio a un terreno más amplio y con mejores adecuaciones.
Cabe recalcar que el 25 de julio del 2019, colapsó uno de los muros externos de la cárcel de Villavicencio. Al parecer la estructura estaba en un alto grado de deterioro por lo que terminó derrumbándose. Según lo confirmó el INPEC, no hubo fuga de presos. Aunque «algunos privados de la libertad intentaron escalar las mallas perimetrales», aprovechando el desplome del muro para huir del centro penitenciario, la situación fue controlada por los dragoneantes que custodiaban el lugar.
El muro fue reconstruido posteriormente, mientras gran cantidad de miembros de la fuerza pública vigilaban ese centro carcelario. Sin embargo, Toscano considera que esa fue una solución pasajera, pues lo que realmente necesita la cárcel, es una reconstrucción completa en un terreno más amplio. Además, el personal femenino fue trasladado al municipio de Acacías.
Por el momento, más del 50% de comunidad del sector, que según el líder, tiene familiares dentro de la cárcel de Villavicencio, está a la espera del retorno de sus cercanos, bajo lo ordenado por el Decreto presidencial 546 del 2020, que permite la excarcelación de las personas privadas de la libertad con medida de prisión domiciliaria hasta por seis meses.
Además, habitantes del sector también manifestaron su preocupación, ya que todos los días familiares de los internos tienen contacto con personal del INPEC para entregarles alimentos y elementos de aseo a sus hijos, hermanos, padres y esposos, desde que las visitas fueron suspendidas cuando el covid-19 llegó al país, por lo que, teniendo en cuenta que ya hay 16 drogoneantes contagiados, temen que el virus se esté propagando por todo Villavicencio.
Esta situación, tiene en preocupación a algunos otros residentes del barrio, que temen que los excarcelados, recaigan en la delincuencia, o puedan estar infectados del virus sin saberlo, teniendo en cuenta que los síntomas del covid-19 pueden tardar hasta 15 días en manifestarse. Es por esto que el presidente de la JAC de la zona, hizo un llamado al autocontrol, no solo para los reclusos que lleguen próximamente al barrio, sino para la comunidad en general, para salvaguardar la vida propia y la de nuestros semejantes.