A través de batallas de freestyle raperos y raperas de Villavicencio desafían los prejuicios y el estigma contra este arte callejero que contribuye a la construcción de paz.
Ninguno MC, rapero de Villavicencio, llegó a la escena del hip hop en 2016 en el Parque Central. Dice que fue “áspero” porque no conocía a otras personas que rapearan. “Ahí me vinculé y me generó interés conocer a la gente de la escena”. Para él, el rap es una manera de expresarse y canalizar las emociones. “Una forma de vivir”. La mayoría de sus temas tratan sobre problemas sociales de Colombia como el conflicto, la violencia y sus afectaciones.
Las batallas de FreeStyle consisten en enfrentamientos entre raperos y raperas que improvisan sobre temas generales o específicos y el ganador o ganadora es escogida por sus habilidades creativas para hilar las frases de la mejor manera. Son una forma de expresión artística y cultural dentro de la escena del hip-hop.
El Colectivo Morichal Clica MCH organiza batallas de FreeStyle en diferentes lugares de la ciudad como el Parque Fundadores, el Parque de la 4ta Etapa de La Esperanza, y el Parque Central. El evento programado para el 22 de abril fue realizado en el Parque Guayuriba, más conocido como P1. Mientras Ninguno MC conversaba ese día sobre el rap, la policía llegó a requisar. “Los tombos aparecen a interrumpir los eventos. Anteriormente era más duro porque había más represión al rapero. Pasan los años y sigue viéndose a los raperos como si fueran delincuentes”.
@elcuartomosqueteromedio 🎧¿Conoces qué significa el rap en Villavicencio? 🎬🤳🏽Aquí, las y los exponentes de este género urbano te cuentan la historia del rap y el hip hop en la capital de los Llanera. Asimismo hablan del impacto que tiene en sus vidas. #EfemérideMosquetera #Villavicencio #Rap #Freestyle #ElCuartoMosquetero #PorComunicaciónUnatransformativa #AmplificandovocesdelaAmazorinoquía ♬ sonido original – elcuartomosquetero
Rap contra la opresión
Alejandro Rojas, uno de los cofundadores de Morichal Clica MCH, contó que estos eventos también los han hecho en el Parque Hip Hop, o más conocido como el Parque de la 4ta Etapa de La Esperanza. “Una vez llegó el GOES y cogió a la gente a pata y a puño. Muchas de las personas que estaban ahí fueron perjudicadas”.
La batalla en P1 hacía parte de la liga Araguato, en donde se hacen batallas con noticias de lo que pasa en los Llanos. “Los muchachos tienen que rapear sobre ese tema. Expresan su rabia y descontento. Responden a las preguntas ¿Qué piensan sobre eso que está pasando? y ¿Cómo se podría mejorar?”, explicó Rojas.
Estas batallas de freestyle, cuenta Rojas, empezaron en el Parque Los Fundadores. Primero un par de raperos y luego se fueron sumando más personas, hasta que decidieron tener un convenio con la ONU y solicitar los permisos respectivos con la Policía para poder tener el espacio para los eventos.
Durante el estallido social del 2021 también se consolidó parte de la escena del rap en Villavicencio ya que las batallas de freestyle fueron una manera de resistir. “Tuvimos buena participación en el paro, conocimos mucha gente y después se empezaron a hacer los eventos”.
Las mujeres en la escena del rap de Villavicencio
Calma Elemento, una de las raperas de la ciudad, expresó que en Villavicencio hay muchas personas que siguen resistiendo, especialmente las mujeres. “Somos pocas y pocas se incentivan a llegar al rap y a lo alternativo”. Incluso afirmó que las pocas que han participado, se van de la ciudad porque, “el arte aquí no es muy bien remunerado. Si uno quiere pensar en un mejor futuro tiene que salir”.
Otra de las raperas es Heidy Ramírez, quien concuerda con Calma y agrega que, “se ven menos oportunidades para las chicas”. A pesar de esto destacó que la situación ha mejorado: “a comparación de otro tiempo se ven más mujeres apersonandose de la cultura hip hop”.
Esta rapera hizo parte de la organización del Festival Memorias del Barrio, en el que, en su segunda edición realizada el pasado 20 de abril, se rindió homenaje a raperos que ya no están y dejaron su legado en la ciudad. Además, cuenta que este año se viene la segunda versión de Las Hijas del Ghetto, un festival de rap de solo mujeres.
Ambas raperas invitan a mujeres a participar del rap y del hip hop en Villavicencio. “Dentro de la escena tristemente hay mucha gente que no nos apoyan, pero después de enfrentarse a eso con el corazón, despertamos”, dice Calma, quien además agrega que el rap “nos ayuda a darle otro foco u otra visión a la realidad”.
El rap en la construcción de paz
Para Calma, el rap es una herramienta que llega a los lugares más marginados y le muestra un camino diferente a jóvenes que se dedican a la delincuencia: “Ver que desde el arte también se puede salir adelante”. Ninguno MC apoya esto y agrega que estos espacios artísticos “permiten hacer una introspección, incluir a los demás, comprender un poco a los otros, liberarse y desestresarse con los parceros”.
Otro de los espacios que ha permitido la consolidación del rap como una alternativa artística para jóvenes es La Casa del Poeta. El Maicol, otro rapero de la ciudad que habita este lugar, contó que participar de eventos y batallas de rap allí, ha contribuido a la transformación de la vida de jóvenes de la ciudad.
Rapson Cortés es uno de los pioneros de la escena del rap en Villavicencio. Para él, este género musical “es un sentir, un vivir, es cultura, vida, poesía, arte, esencia, unión, sin importar los egos”. Según Rapson, antiguamente “en Villavicencio la gente era muy regionalista. Para que le dieran la oportunidad a diferentes movimientos o géneros musicales tuvimos que luchar, tocar puertas, hasta cambiar nuestra vestimenta, para poder ir a tocar a una gobernación, a una alcaldía, para que nos abrieran los espacios”.
Uno de los raperos que está liderando la escena en la ciudad es Andrés Ramírez, más conocido como Visionario. Es el primer rapero ciego en clasificar a la Final Nacional de Red Bull Batalla Colombia 2024. Además de rap, también canta baladas, serenatas y mariachis. Fue invitado a cantar en el Parque Malocas, un lugar referente en la cultura de Villavicencio.
Las raperos y raperas concuerdan con el hecho de que se necesita más apoyo para dignificar el arte. Rapson concluye que “aquí no tienen en cuenta a los artistas locales. Nuestro trabajo debe ser valorado y monetizado”.
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