En la capital del Meta, usuarios y usuarias de cannabis marcharon desde el Parque Las Banderas hasta el Parque Infantil para que se borre el estigma social frente a esta planta.
Desde las dos de la tarde se empezaron a concentrar las personas en el Parque Las Banderas de Villavicencio. Se trataba de la convocatoria a nivel mundial de la marcha de la marihuana o marcha cannábica. En Colombia diferentes ciudades como Medellín con casi 5 000 asistentes, Bogotá, Neiva, Ibagué y Bucaramanga personas se movilizaron exigiendo que no se criminalice el uso de esta planta.
La convocatoria en la capital del Meta estuvo a cargo de Villavo Me Mata. Entre las razones se encontraban “la reinvindicación de los derechos de lxs consumidores y de la planta, la construcción coherente y transversal de políticas públicas de salud, educación y de cultura de acuerdo a los lineamientos de la política de drogas 2023 – 2033”.
A las tres y media llegó la Policía, dos agentes que desconocían de la marcha. Se les explicó de qué se trataba durante aproximadamente media hora, aceptaron y se fueron.
A las 4:20 empezó la movilización. Alrededor de treinta personas pararon el tráfico al frente del Palacio de Justicia. La caminata encabezada por un letrero que decía, “Comunidad Cannábica de Villavicencio” pasó por Bomberos, luego subió rodeando el Parque del Hacha, atravesando el centro y llegando hasta el Parque Infantil.
Algunas personas hacían mala cara en señal de desaprobación y un señor en una moto cuando pasaban por el Parque Central pidió que le dieran los plones. Quienes se movilizaron se mostraron emotividad por este último gesto.
Silenciosa, a paso rápido a veces, con pocas arengas.
“Sí no le escandalizan la muerte y los impuestos ¿Por qué le escandaliza el olor de un bareto?” interpelaba la marcha a transeúntes, carros y motos.
En el Parque Infantil durante otra media hora la policía estuvo presente. Al final se fueron, pero la tensión aumentó por un momento cuando requisaron a algunas y algunos manifestantes.
ONU Derechos Humanos, estuvo presente en algunos momentos de la marcha para garantizar el derecho de la libre expresión y reunión.
“Marchamos por la regulación justa y responsable, marchamos por el derecho a estar bien informados, marchamos por la industria y comercio cannábico de uso medicinal y recreativo”, decía la convocatoria a la movilización.
Uno de los asistentes, que siempre estuvo en bicicleta llevando algunas plantas, hizo énfasis en los usos medicinales del cannabis. “Sirve para enfermedades como la artritis, la epilepsia”. Otra de las marchantes destacó la importancia de que espacios para que entre usuarios y usuarias se tejan lazos que fomenten el autocultivo. Sin embargo, se preguntó al final por la parte ética del consumo en un país como el nuestro: “Qué coherencia tiene hacer una marcha cuando mi uso implica apoyar masacres y el narcotráfico?”
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