Así se pronuncia el movimiento social frente a violación de patrullera en Cali durante el Paro Nacional

Recientemente una policía contó haber sido víctima de abuso sexual. El hecho ha generado repudio en diferentes sectores sociales, rechazando las violencias basadas en género sin importar de donde vengan. 

«No pude hablar con mi mamá y decirle cuánto la amaba», fue lo que se le pasó por la mente a la mujer que portaba el uniforme de la institución para la que trabaja la ocasión en la que se convirtió en víctima de violencia sexual y física. Ocurrió el 29 de abril, en el Centro de Atención Inmediata (CAI) Villa del Sur, ubicado en el sector de Puerto Resistencia, pero no fue hasta el pasado 21 de mayo que se armó de valor para revelar lo que había pasado, día en el que dio su testimonio a la Revista Semana. 

La patrullera prefirió mantener en secreto su identidad, pero relató los detalles del suceso que le marcó de por vida. Hacia las 2:00 de la madrugada, llegó al CAI a cumplir el turno que le correspondía ese día. Cerca de las 10:00 de la mañana comenzaron los disturbios. Para ese momento, la patrullera completaba ocho horas de turno. Afuera, vio las llantas y vayas quemadas, que dijo, no le permitían evidenciar con claridad lo que pasaba.

La patrullera afirmó estar en ese momento sin armas, no tenía más que un casco y un escudo. Las manifestaciones provocaron la llegada del ESMAD, que lanzó gases lacrimógenos y terminaron por afectarla, entonces buscó refugio en el CAI en el que sería presa de inadaptados. Era la única mujer en el lugar, lo que la convirtió en el blanco de los violadores, ella los escuchó decir: «Vea hermano, una mujer, saquémosla». Sus compañeros trataron de protegerla, pero los esfuerzos no fueron suficientes. «Mis compañeros no dejaban -que se la llevaran del CAI-, vi cuando golpearon a uno de ellos, y me sacaron», aseguró. En ese instante, el lugar empezaba a ser consumido por las llamas. 

“Me sacaron halada, arrastrándome, rogaba por mi vida, me sostenía de todo lado, me sostuve del marco de la puerta, pero fue inútil, eran muchos”, recuerda ella. Para entonces, la tortura apenas comenzaba, la mujer contó cómo fue tirada al piso, al lado del CAI, «y sin piedad empezaron a golpearme. A insultarme, empezaron a despojarme de mis pertenencias».

Relató que un hombre se puso sobre ella, la despojó de la guerrera, y la tocó de manera abusiva por todo el cuerpo. Además de golpearla, la empezó a besar, mientras que también, recibía golpes de otras personas.

Como si el padecimiento fuera poco, «me tenían de pies y manos y me seguían golpeando, por donde cayera el golpe», relató. También fue sometida a tortura psocológica, pues la amenazaron con realizar otro tipo de ultrajes sexuales, que afortunadamente, la patrullera evitó al poder escapar de ese destino. 

Después de forcejear, la mujer afirma haber podido liberarse y luego ser socorrida por un vehículo que pasaba por el lugar, el cual la llevó a un centro médico. Asegura que a pesar de lo sucedido, se siente orgullosa de portar el uniforme verde de la Policía, institución que no tardó en pronunciarse ante los hechos. 

«Van 55 mujeres policías que han sido víctimas de violencia contra la mujer. En la ciudad de Cali, una mujer de nuestra institución fue agredida por delincuentes de manera brutal. Estos hechos van a generar consecuencias no sólo en ella sino también en su familia», aseguró, Sandra Patricia Pinzón, subdirectora de sanidad de la Policía. 

Ya la denuncia penal fue interpuesta por la Fiscalía General de la Nación y actualmente la seccional de Cali adelanta las investigaciones pertinentes.

Pero no solo la Policía se pronunció al respecto. De parte de los movimientos feministas y sectores políticos que apoyan el Paro Nacional, se mostró un rechazo contundente e injustificable hacia las violencias basadas en género, sin importar de dónde provengan. 

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