San Cipriano es un municipio cerca del puerto de Buenaventura que basa su economía en la actividad turística de su reserva forestal y su riqueza hídrica. Sin embargo, debido a la epidemia del coronavirus, la comunidad se ha visto limitada de recursos y los niños y las niñas de la zona, no cuentan con herramientas tecnológicas para continuar sus estudios de manera virtual.
Es necesario recordar que a inicios de marzo, el presidente de la República, Iván Duque, ordenó la suspensión de clases presenciales debido al riesgo que estas representaban para los y las estudiantes en medio de la pandemia y los altos niveles de contagio de covid-19. Desde entonces, el mandatario de las y los colombianos exigió a las instituciones de educación, implementar clases virtuales. Esta medida irá hasta el 31 de mayo.
Sin embargo, esta orden ha resultado inequitativa. La mayoría de los alumnos de los colegios públicos no tienen acceso a internet y tampoco cuentan con computadoras o herramientas tecnológicas para poder tomar sus clases desde la casa. Esta situación se presenta mayormente en las zonas rurales del país.
Es por eso que Alejandro Grajales, un biólogo que trabaja en esa zona de Valle del Cauca en los ámbitos de conservación y ecoturismo, inició la Campaña Pro-estudiantes de la Comunidad de San Cipriano, con la cual, invita a donar un computador de segunda mano que quizá ya no esté en uso por Servientrega para ayudar a las y los estudiantes en estos momentos de crisis.
“Es una campaña que estoy haciendo de forma personal con amigos, son muchos niños en San Cipriano, así es difícil para todos, principalmente para las hijas e hijos de unos guardabosques o guías de turismo, a quienes les han puesto tareas en sus clases y sin el computador es imposible hacerlas”, comentó Grajales a este medio.
“Hay muchos de ellos que son hermanos, así que viven en la misma casa y pueden compartir la herramienta. En total son 35 familias”, señaló el biólogo, quien añadió que se ha hecho complejo recolectar computadores debido a que son muy pocos quienes tienen los recursos o herramientas tecnológicas para brindar. Sin embargo, confía en la solidaridad de las personas para que los niños y niñas de San Cipriano puedan continuar con su educación.
Esta no es la primera vez que Alejandro realiza una labor social. En diciembre del año pasado, donó regalos para 35 niños de la zona, con la ayuda de un grupo de amigos observadores de aves. También ha realizado labores enfocadas en educación ambiental, talleres y conservación de reptiles y aves.
“Yo ya doné un computador para un niño campesino en Jardín, Antioquia, me lo dono un extranjero observador de aves. El niño compró una cámara para observar aves y tomarles fotos, pero no tenía donde descargarlas”, afirmó Alejandro, alentando de esta manera, a las personas para que en la medida de lo posible, se unan a esta iniciativa.
Si desea unirse a la causa, puede comunicarse al 3117917517.