Una verdad sobre el miedo

Por: Johan Prada Guevara*

Fueron 8 años en los que gobernó, ocho años en los que fueron asesinados miles de jóvenes de Soacha, Ciudad Bolívar y otros barrios periféricos de Bogotá y de otras ciudades.
Quienes creen en que su propuesta de seguridad democrática funcionó, muchas veces, no digo que todas, pero sí la mayoría, la vieron a través de la pantalla chica y de los medios de información que solamente están ahí para que, cómo dice Rubén Blades, aumenten la confusión y la verdad la hagan mentira y viceversa, por eso no vieron a costa de qué se logró llevar a cabo ese malévolo plan.

Plan que consistió en llevar a los paramilitares, que desde hace unos cuantos años él ayudó a conformar, del campo a la ciudad. Dejando que extraditaran a los cabecillas a los E.E.U.U. para que no contarán la verdad acá, sino allá. Verdad que poco a poco se está conociendo, pero que, como la justicia en Colombia es corrupta, no ha salido rápido la luz pública.

Luego nos propuso que votando por Juan Manuel, las cosas iban a «seguir cambiando» pero oh sorpresa, el tipo quién había sido su cómplice ejerciendo el cargo de Ministro de Justicia, se le torció, no le quedó más remedio que hacerle contra durante ocho años más, en los que ya no desde la presidencia, sino del congreso, siguió tapando sus fechorías y crímenes llenos de sangre, como el del Aro.

Hoy, 16 años después de esa mala decisión que tomó cierta minoría de Colombia, sólo queda un mal sabor.
Pero lo más triste es que muchos siguen creyendo en falsas promesas, en eso que durante 8 años no se logró, por lo menos para los colombianos, porque para sus amigos los empresarios sí obtuvieron todo lo que se les antojó. Pero que ahora comunica bajo el nombre de Duque, otro de sus «muchachos de bien».

Dicen por ahí que no hay más ciego que el que no quiere ver, pero a eso nos han acostumbrado a nosotros los colombianos, y lo han logrado a través del miedo, ese mismo miedo que hoy en día imparten a través de frases como: «Nos vamos a volver cómo Venezuela» ese miedo, es el mismo miedo que desde 1948, tras la muerte de Gaitán, no ha permitido que nos imaginemos otra Colombia más allá de la guerra, al contrario, ha hecho que terminemos eligiendo a quienes han sabido utilizar el poder para el beneficio de las minorías, no de las mayorías. En pocas palabras, del verdadero pueblo, ese que ha sido pisoteado por más de 500 años, pero que a pesar de tantos años, le sigue teniendo miedo al cambio.

*Jhoan Prada Guevara, comunicador social y periodista.

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