Emily Elizabeth Dickinson es considerada como una de las poetas estadounidenses más famosas, nació el 10 de diciembre de 1830 en Amherst (Massachusetts). Su familia tenía prestigio en la sociedad de su ciudad natal, provenían de los primeros puritanos que llegaron desde Inglaterra, su padre Edward Dickinson fue abogado y congresista.
En su infancia y adolescencia estudió en la Academia Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, la educación que recibió fue calvinista. En esta etapa empezó a escribir.
De su poesía sólo cuatro poemas fueron publicados mientras estaba viva. Los versos de Elizabeth aparecieron en un diario The Springfield dirigido por Samuel Bowles, quien tenía un interés particular por la poesía. Sin embargo no todo fue gloria, algunos fueron publicados sin su consentimiento y en otros su firma no figuraba en ellos.
Entre sus amigos más cercanos figuraban Benjamin Franklin Newton y Charles Wadsworth, tras sus muertes tomó la decisión de recluirse en la casa de su padre, lugar que consideró como su entorno seguro. Allí se dedicó a la escritura de más de 900 poemas. A los 30 años se convirtió en una ermitaña y desde 1861 como forma de expresar luto empezó a vestirse únicamente de blanco.
La muerte de un sobrino se convirtió en la estocada final de Dickinson quien se sumió en la pena. En 1884 escribió su última carta titulada Me llaman. El 15 de mayo de 1886 se registró su muerte en la ciudad que la vio nacer. Su obra abarca más de 1800 poemas que hablan sobre el amor y la muerte, temas más recurrentes en su estilo.