Pasado algunos días de la posesión de Alexander Baquero como alcalde de Villavicencio, en un evento que estuvo acompañado de varias ceremonias religiosas, manteniendo la línea conservadora tanto en lo estético y discursivo, como en la forma en que se le ha reconocido en el transcurso de su práctica política. El nuevo administrador de la capital del llano, así como la mayoría de mandatarios/as cuando se instalan, mantuvo la narrativa de hablar desde retrovisor con el fin de marcar una diferencia entre quien lo antecedió y él.
En este caso, en su discurso de posesión, como en el transcurso de lo que lleva de gobierno, viene mostrando frecuentemente el estado de cómo recibió la ciudad después del empalme con la administración de Harman, precisando la necesidad de recuperar la seguridad y la confianza de la ciudadanía, así como señalando que varias de las inversiones anteriores no dieron resultados – refiriéndose al acueducto, la semaforización y otros posibles elefantes blancos a los que no logró Juan Felipe Harman darle solución- posicionando en el imaginario colectivo que, con su llegada, “ha llegado un nuevo tiempo”.
En el evento masivo en el Parque Central del 29 de diciembre, que contó con la asistencia de varias figuras políticas de la región, líderes y lideresas de distintos gremios y familiares, Baquero planteó la necesidad de llegar a consensos con diferentes sectores sociales, el gobierno nacional y regional, desde la concertación, entendimiento y pragmatismo con el fin de consolidar proyectos como el aeropuerto internacional de Villavicencio, y potencializar el turismo como una fuente de ingresos sólida para la capital del Llano.
Baquero también ha hecho un llamado a la unidad para generar proyectos comunes que posibiliten lograr una “economía realmente progresista”, que involucre, según él, opiniones diferentes que “tumben la exclusión como estrategia política”. Por ello reiteró a la y los concejales presentes, desprenderse de intereses personales y construir una Villavicencio “amable, moderna y sostenible”. A su vez, exhortó al gabinete que lo acampará en su paso por la administración, a ser una administración abierta a la veeduría y recibir críticas para evaluarlas, aclarando de manera efusiva que: “la soberbia no puede ser una característica de quienes me acompañan, ni quienes conformarán nuestro gobierno”.
Aunque su discurso fue mesurado, diplomático y amplio, con la posibilidad de confluir con diferentes visiones de ciudad, hay varios temas que quedan en duda para llegar a un acuerdo con los sectores sociales, sobre todo por los antecedentes que como líder político de la región ha tenido en los cargos donde ha estado.
Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, hombres trans y personas no binarias:
Una de las características que ha representado la imagen de Alexander Baquero es su liderazgo religioso y la narrativa de la familia nuclear como modelo a seguir para la consolidación de una sociedad con valores. Esto se ha visto reflejado, en la profundización de varios discursos y marchas que ha acompañado, junto a movimientos denominados “provida” de la región, quienes pese al pronunciamiento de la Corte Constitucional en la Sentencia C055 del 2022 que despenalizó el aborto hasta las 24 semanas, donde reconoce la autonomía de las mujeres, hombres trans y personas no binarias para el acceso al derecho de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y la Resolución 051 del Ministerio de Salud en el año 2023, que entre otras cosas determina la ruta de atención para el cumplimiento de la sentencia a las secretarías de salud municipales, continúan perpetuando la estigmatización por el acceso a este derecho, marcando una discursiva que propende poner en la esfera pública la decisión de los proyectos de vida de las personas que deciden practicasen una IVE, como si el cuerpo de las mujeres y personas con capacidad de gestar fuera una determinación colectiva y no individual.
Fotos de Baquero en la marcha provida en 2023:
Ante este tema, algunos movimientos de mujeres y feministas, que históricamente Se han movilizado desde diferentes acciones políticas para proteger y avanzar en este derecho, tendrán un reto adicional para lograr la despenalización social y cultural del aborto, ya que está por verse, que Baquero, como alcalde, logre separar la religión del Estado y darle cumplimiento a lo ordenado por la Corte Constitucional.
Derechos de los animales:
Por otra parte, un asunto que pone en duda la capacidad que tendrá el nuevo alcalde para llegar a acuerdos con quienes disientan de sus decisiones, son los relacionados con el regreso de las cabalgatas a Villavicencio. En su discurso de posesión con determinación dijo que: “defenderemos con ahínco, las expresiones que representan la llaneridad, muy especialmente la del caballo como complemento de nuestra propia persona”, expresándole con alegría a la gobernadora Rafaela Cortés y el ex gobernador Juan Guillermo Zuluaga que: “vuelven las cabalgatas y Villavo se vestirá de fiesta”.
Los sectores animalistas de la ciudad, y personas que están en contra del uso de animales como expresiones culturales, no han visto viables cabalgatas que logren contrarrestar los efectos del maltrato animal, ya que los caballos para este tipo de eventos están sometidos a largos recorridos e intensos agotamientos – muchas veces trayectos previos a las cabalgatas- así como a elementos desconocidos que los lleva a un nivel alto de estrés, lo cual conlleva que estos se encabriten, desboquen o pierdan el control.
El anterior anuncio del alcalde Baquero pone sobre la mesa la necesidad de deliberar respectos al concepto de cultura y la construcción social de la “llaneridad”, ya que dichas acciones asociadas a las tradiciones justifican el maltrato animal en nombre de la cultura y la economía, desconociendo leyes como la 1774 del año 2016, donde establece que: “los animales vertebrados como seres sintientes no son cosas, recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los humanos”.
Ley 1774 del 2016:
https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=68135
Plan de Ordenamiento Territorial- POT:
Dentro de las disputas importantes para este periodo de administración, está el tema del Plan de Ordenamiento Territorial – POT, una puja fuerte por lo que representa el conflicto del uso del suelo y los intereses particulares que persistió desde la creación y posterior aprobación del Acuerdo Municipal 287 de 2015.
Es importante recordar que, Alexander Baquero tuvo mucho que ver en la aprobación de ese POT de Juan Guillermo Zuluaga -quien era el alcalde en ese periodo-, ya que como concejal fue el coordinador ponente del proyecto de acuerdo, el cual careció de participación ciudadana y tiene varias falencias como la proyección poblacional sobredimensionada y una ambigua visión de ciudad. ¿Baquero direccionará al POT hacia como está aprobado o planteará cambios cosméticos?, También existe la posibilidad de que haga lo de Wilmar Barbosa y Harman en sus administraciones, es decir, desconocer los procesos sociales y de veedurías, las cuales han planteado la necesidad de un debate de ciudad encaminado a buscar algunos consensos en las revisiones, oportunidad que pudieron tomar en su paso como alcaldes para garantizar un ordenamiento que realmente represente los intereses del pueblo de Villavicencio y no de unos pocos, y que, sin embargo, no hicieron.
Los retos
Alexander Baquero, más allá del discurso, tiene retos considerables para cumplir lo dicho en su posesión, entre esos, el avanzar en las soluciones que requiere la ciudad, dejando los lugares comunes de los mandatarios de turno que se enfrascan en administrar basados en los malos manejos de sus antecesores, volviendo un bucle sus intervenciones y decisiones. También, el de poder ser realmente un gobierno que escuche a la ciudadanía de manera asertiva y efectiva, sin una tendencia a la instrumentalización, coartación o censura de quienes piensen o actúen diferente a sus creencias.
Para garantizar un avance y no un retroceso en los cambios sociales en Villavicencio, es fundamental una ciudadanía que le apueste al control social sin beneficios individuales, que logre hacer seguimiento a posibles decisiones que puedan vulnerar derechos o acompañar las que estén encaminadas a garantizarlos. La organización de los movimientos sociales y sus voces en un espacio como el público -que siempre está en disputa- son indispensables para sostener los procesos que se han construido a lo largo de la historia de la ciudad y ser quienes puedan marcar una agenda que proponga, entre otras cosas, una cultura deliberativa, crítica y propositiva en función del desarrollo social, económico y político de la capital del Meta.