Hoy se homenajea a todas las personas encargadas de la comercialización de productos y servicios.
Cada 28 de septiembre en Colombia se celebra el Día del Vendedor y la Vendedora, con el fin de destacar la labor de quienes se levantan todos los días con la misión de suplir las necesidades de la ciudadanía, captando a su vez la mayor cantidad de clientes posibles para lograr alcanzar las ventas deseadas y generar ingresos económicos que fortalezcan la economía familiar.
En cada ciudad, pueblo y vereda, hay cientos de personas vendiendo -en las calles o locales- artículos de ropa, calzado, perfumería y hasta alimentos, englobando estas prácticas comerciales en las categorías «formal» e «informal», utilizadas para comprender el mercado laboral y, a su vez, medir las tasas de empleabilidad.
Sin embargo, tener empleo no significa que las condiciones laborales sean siempre dignas. De acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, en el trimestre móvil que comprende el mes de mayo a julio de 2023, hubo un 56,0% de proporción informal, lo que significó la disminución de 1,9 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año 2022, correspondiendo a este el 57,8%.
El reto en garantías de derechos laborales en Colombia sigue siendo grande, es por eso que se debe fomentar la creación de mecanismos alternativos que aseguren y protejan a los y las trabajadoras formales e informales, mediante afiliaciones a seguridad social y/o mecanismos que deban contar con un amplio apoyo y responsabilidad estatal para su ejecución, promoción y organización.
Por: Everin Aguilar