Comunidad indígena Misak es amenazada tras derribar la estatua de Sebastián Belalcázar en Cauca

Las advertencias indican que podría haber derramamiento de sangre por parte de integrantes de esta etnia, tras derribar dicho monumento en un acto de protesta. 

Un grupo de ciudadanos de Popayán, emitieron un comunicado este viernes, en el que muestran su desacuerdo con el acto de protesta de la comunidad indígena Misak, el pasado 16 de septiembre cuando usando lazos, manifestantes de dicha etnia, tumbaron la estatua del colonizador español Sebastián de Belalcázar.  

Además, el documento señala que el 3 de abril 2019 los ciudadanos protestaron contra el Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC, por el cierre de la vía Panamericana, entre Popayán y Cali con el fin de apoyar el Paro Nacional del año pasado. “Así mismo advertimos que de ser bloqueadas vías por parte de los Misak o que ataquen nuestra ciudad y su patrimonio, nos veremos en el deber de defender a como dé lugar nuestras vidas si es necesario”. 

Agregaron que al estar en medio de una de pandemia, la economía de la ciudad no puede verse aún más comprometida, por lo que hicieron una segunda advertencia declarando “rotundamente personas no gratas en nuestra ciudad a la comunidad Misak y estaremos atentos ante cualquier rebelión de su parte”.

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Aclararon además, que no están en contra de la raza indígena y respetan sus creencias, “pero exigimos respeto en nuestra ciudad o nos veremos obligados a ir hasta sus territorios así mismo como tratan de destruir nuestra ciudad”.

Y concluyeron: “Serán ustedes y su dirigente, Luis Enrique Yalanda, quien encabezó los hechos ocurridos el día de ayer en Popayán, los responsables del derramamiento de sangre que pueda haber en caso de un taponamiento de vías; están todos plenamente identificados”.

Asimismo, los ciudadanos aclararon que no pertenecen a ningún grupo político y no se les está remunerando.

Cabe recalcar que tras lo sucedido con el monumento, el Movimiento Autoridades Indígenas del Suroccidente emitió un comunicado explicando que a Belalcázar se le realizó un juicio histórico en el que se le condenó por genocidio, despojo y acaparamiento de tierras, además de desaparición física de los pueblos que conformaban la Confederación Pubenence, tortura por medio de técnicas de empalamiento, violación de mujeres, impocision de costumbres y creencias como el cristianismo, profanación de sitios sagrados y ataques con perros asesinos a los pueblos guerreros Misak Pubenences y los asesinatos de Taita Payan, Taita Calamba y Taita Yasguen. Por ende, fue declarado culpable por todos los delitos imputados y condenado a figurar en la historia como un genocida de los pueblos que hacían parte de la Confederación del Valle de Pubenza. 

 

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