A sus 92 años de vida, con la experiencia de sus vivencias y ancestros, ‘La Justa’, como es mayormente conocida, se convirtió en la cantaora más antigua del Bullerengue, una tradición de canto, baile y música resultante del encuentro entre diversas culturas del Caribe colombiano (indígenas, negros, europeos y mestizos).
El 23 de septiembre de 1928 nació en Turbo, Antioquia, la matrona Eustiquia Amaranto Santana, quien tras toda una vida de legado para el bullerengue, logró grabar y lanzar recientemente su primer disco de ocho canciones titulado «Yo soy Eustiquia». Su pasión por la música le llegó ‘como un rayo’ a los ocho años cuando en su pueblo natal escuchó las melodías de Silencia Simanca, quien se convertiría en su maestra secreta.
“Yo me volaba por el patio de la casa de mi abuela, que fue quien me crió, y me iba para donde ella. Allí aprendí mis primeros pasos hasta que ella me descubrió y me enseñó muchas de las cosas que sé”, contó en una entrevista a El Colombiano.
Antes de dedicarse a la música ejerció como rezandera, partera, sabedora de medicina tradicional, pescadora, minera-barequera, cocinera tradicional y campesina. Actualmente es, además de la máxima exponente del bullerengue, madre de diez hijos, abuela de cuarenta y cuatro nietos, y bisabuela de treinta y siete bisnietos -aunque no sabe ‘si hay otro por ahí’-. También tiene tataranietos, pero no sabe cuántos.
Fue mucho tiempo después que empezó a entonar sus propias canciones. En 1984 se convirtió en cantaora, dedicándose por completo a promover la cultura urabense y chocoana. Así creó el grupo Brisas de Urabá, el cual lidera actualmente y en el que se ha encargado de plasmar con música, las diversas formas de vida en medio del conflicto armado que ha marcado al Urabá antioqueño, también cuenta sobre la desaparición de su padre, el dolor de una madre y el abandono; pero en sus letras además le agradece a Dios, a quien asegura deberle todo.
Su primer álbum
A raíz de la necesidad de materializar los saberes y sonidos del bullerengue de La Justa, se creó un proyecto comunitario de diferentes personas que reconocen el valor esencial de la música tradicional del Urabá y Colombia, con el fin de aportar con recursos y capacidades la grabación y masterización de su álbum ‘Yo soy Eustiquia’.
Con el producto musical se pretende preservar el legado del bullerengue de la matrona. La canción principal -y la más conocida de su repertorio- es Yo soy así y cuenta con un videoclip que fue realizado por el músico Iván Martínez.
Desde el departamento de Bolívar hasta el Urabá antioqueño, Eustiquia ha sido reconocida como “La voz insigne del bullerengue” –título otorgado el año 2013 por la nación bullerenguera en Puerto Escondido, Córdoba–. Ella es la representación viva que conecta el pasado con el presente de esta música tradicional y posee grandes habilidades para “versear” (construcción narrativo-musical), un saber que ha procurado dejar como legado para las nuevas generaciones de esta manifestación.