Vallas de publicidad política: entre el despilfarro, el olvido y la no remoción

Pese a la existencia de un decreto que ordena la remoción de estos elementos, las calles de la capital del Meta aún se encuentran inundadas por ellos.

Tras dos semanas de culminadas las elecciones territoriales, la publicidad política difundida y adherida a postes, puertas de locales comerciales, casas y espacios públicos como parques en la ciudad de Villavicencio, continúa presente ocasionando grandes niveles de contaminación.

Según Laura Prada, periodista de Villavicencio, “estamos en una saturación visual en el medio offline y online. Con esto me refiero a que estamos con vallas publicitarias excesivas en lugares donde se supone que no debería haber, y las redes sociales están inundadas de publicidad política paga”.

Pese a la existencia de reglamentos a nivel nacional que regulan este tipo de actividades por parte de los partidos políticos, la efectividad en el cumplimiento de ellos ha sido nula. Caso tal son los pendones de candidatos/as como Irina Salas, Alexander Baquero, Juan Camilo Chávez, Jacqueline Henao, Mario Romero, Rafaela Cortés, Darío Vásquez, Edward Libreros, Marcela Amaya, Harold Barreto, entre otros/as, en barrios, espacios públicos y el centro de la ciudad.

De acuerdo con declaraciones de Jaime Rodríguez, abogado de la ciudad de Villavicencio, “las campañas políticas se han dado la tarea de utilizar ese medio de una forma indiscriminada, utilizando todos los escenarios y haciendo uso de ellos indebidamente y atacando a los habitantes”. 

Según la Fundación UNAM, “este tipo de contaminación afecta o perturba la vista de algún sitio o paisaje, destruye su estética y su esencia original; ocurre porque existe un abuso de elementos no arquitectónicos que alteran la imagen rural, urbana, y de cualquier entorno”.

¿Existe en Villavicencio un decreto que regule el uso de publicidad política?

Sí. Por medio del Decreto 290 de 2023 suscrito por el alcalde Felipe Harman Ortiz, no solo se reglamentó el número de vallas, sino se estipula las prohibiciones y demás ítems que debieron tenerse en cuenta durante las campañas electorales.

El objeto del mandato proclamado fue “regular la publicidad exterior visual, específicamente en materia de publicidad política o propaganda electoral autorizada en el municipio de Villavicencio a los partidos y movimientos políticos con personería jurídica, los movimientos sociales y los grupos significativos de ciudadanos que participarán en las elecciones de autoridades territoriales que se realizarán el 29 de octubre de 2023”. 

¿Cuál fue el uso límite de publicidad política, estipulado en el decreto?

De acuerdo con el Artículo 7, cada partido y movimiento político con personería jurídica, movimientos sociales y grupos significativos de ciudadanos que participarían en las elecciones de autoridades territoriales el 29 de octubre, estarían autorizadas para instalar únicamente un elemento de publicidad exterior visual tipo aviso por cada fachada de sede de campaña.

Asimismo, este artículo declara que dicho aviso no podría exceder el 20% del total de la fachada, ni superar el tamaño de 48 metros cuadrados. A su vez, dicha publicidad no podría ser instalada por encima del antepecho del segundo piso, conforme a lo establecido en el numeral 7 del Artículo 11 del Acuerdo Municipal 221 de 2013.

Según el Artículo 9, la instalación máxima de vallas publicitarias por partido político sería de ocho. Además, se establecieron los siguientes parámetros: 

Los permisos otorgados por la Secretaría de Catastro y Espacio Público para la instalación de este tipo de avisos publicitarios se expedían solo para el uso de máximo dos pasacalles por cada campaña de partido, y dependía de las restricciones establecidas por cada municipio, en este caso, Villavicencio. 

Los lugares “prohibidos” para uso publicitario en la capital del Meta, fueron en las áreas que constituyen el espacio público, en propiedad privada sin previo permiso; sobre infraestructuras como postes de apoyo a redes eléctricas y telefónicas, cajas eléctricas, puentes, torres y cualquier otra infraestructura de propiedad del Estado; en lugares donde se obstaculice el paso peatonal, se interfiera la visibilidad de señalización vial; en las sedes de entidades públicas, entre otras. Sin embargo, estas medidas no fueron respetadas y el uso excesivo de vallas fue evidente.

Remoción de la propaganda impresa: un deber de cada candidato/a y partido político

Conforme al artículo 12, “en atención a lo contemplado en el artículo 2.3.2.2.2.4.61 del Decreto de 1077 de 2015 y la responsabilidad social para restituir en las condiciones óptimas el espacio público, la limpieza y la remoción de los elementos de publicidad política y propaganda electoral empleada en la ciudad, será de los anunciantes”. 

Finalizado el proceso de campaña y culminada la contienda electoral, los y las anunciantes deberán retirar dichos elementos dentro de los 10 días calendario. Si no se retira el material publicitario, los y las responsables serán sancionados/as. 

Aunque las Alcaldías son quienes disponen de la reglamentación, la ley les da competencia para imponer sanciones en caso de infracciones al Código de Policía, a la ley de procedimiento sancionatorio ambiental y a la ley de publicidad exterior. 

Las sanciones que acarrean, aunque no se tiene un monto establecido, van de 1,5 hasta 5000 salarios mínimos vigentes.  

Los resultados de la contienda electoral aún se ven reflejados en diferentes calles de la capital del Meta, a través de vallas y pendones no solo adheridos en lugares públicos, sino también abandonados a orillas de carreteras y cerca de potreros, ocasionando contaminación ambiental y el posible taponamiento de alcantarillas por la degradación del material, demostrando una vez más que las regulaciones que existen están siendo ineficaces, como es el caso de la Ley 140 de 1994 que busca regular la publicidad exterior.

Los y las habitantes de Villavicencio hacen un llamado a los y las responsables de estas actividades, para que se encarguen de la remoción. “La ciudad está contaminada visualmente de tantas campañas políticas, sólo se ve colores rojos, verdes y casi todos los colores”, concluyó Yamile Sabogal, médica de profesión y residente de la capital del Meta. 

La inversión realizada en campañas publicitarias durante la contienda electoral, no solo deja en evidencia el presunto uso inconmensurable de recursos económicos, sino también el poco seguimiento que se realiza a estas actividades, sumado a los interrogantes ¿y ahora, cuál es el paso a seguir con todo el material desechado? ¿Hay alternativas para su reutilización? Pues la ciudadanía espera respuestas y, al parecer, aún no se tienen.

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