En el asentamiento humano de Villa Lorena o como la comunidad prefiere llamarlo “Mirador de Gramalote” un grupo de jóvenes viene edificando junto con los habitantes del sector, desde hace algunos años una biblioteca comunitaria en un terreno que muchos catalogaban de “invivible” y que después de cuatro años, se vislumbra como un lugar lleno de sueños y cultura.
Los habitantes del asentamiento humano Villa Lorena durante muchos años vivieron en una gran zozobra por las amenazas y posible presencia del ESMAD para desalojarlos, sin embargo, a partir de algunas sentencias relacionadas con el derecho a la vivienda digna que a partir del trabajo de la organización social Proyecto Gramalote existente en aquel entonces, fallaron a favor de las comunidades, como la del antiguo asentamiento de los Girasoles o de Villa Campestre, y con el cambio de Administración de “Juan sin miedo” a la actual, ésta comunidad empezó a vivir en tranquilidad, a organizarse mucho más y a continuar en la exigencia de sus derechos.
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Es así, como la organización “Somos Ciudad” liderada por el joven abogado Gustavo Basto, junto con importantes líderes y lideresas de Villavicencio, empezaron a apoyar un sueño de de construir una biblioteca comunitaria que se convirtiera en un espacio de reunión para los habitantes de éste asentamiento, pero también en el lugar en que ellos/as pudieran nutrir sus conocimientos y facilitar las labores educativas de las y los menores.
Sin embargo, el principal problema era no contar con un espacio adecuado para emprender ésta obra comunitaria, ya que los dos terrenos que podrían utilizarse para ésta loable labor, estaban en zonas de riesgo de deslizamiento o se habían convertido en botadero. Empero, el deseo de beneficiar a la comunidad y con el apoyo entusiasta de ésta organización que en un principio no tenía un nombre determinado, adecuaron el terreno más amplio, aunque para ello tuvieron que deshacerse de residuos almacenados allí y darle uso a otros, como a llantas, para dar vida a la biblioteca comunitaria.
“Actualmente el terreno ya está techado, los vecinos construyeron una pared con lo que antes utilizaban en las zonas rurales, el bareque, guadua, entre otros materiales naturales, ya que también buscan hacer todo de manera muy ecológica” explicó a El Cuarto Mosquetero, Gustavo Basto, quien resaltó que lo más complicado durante los últimos cuatro años, ha sido la consecución de recursos, por ello han generado espacios como mercados de pulgas, venta de alimentos, ferias, entre otras. Así mismo, el equipo de Somos Ciudad aprovecha para invitar a todas y todos los interesados en donar libros, estantes, pero especialmente ladrillos y cemento para apoyar a los habitantes de “Mirador de Gramalote” a poner en funcionamiento lo que se convertirá en una biblioteca comunitaria.
Es importante resaltar que, éste sábado 14 de diciembre estarán realizando la última actividad pro fondo de éste año: Biblioferia. Ésta jornada estará acompañada de un show de clown, música en vivo, show de salsa, mercado de pulgas, trueque de libros liderado por estudiantes de la Universidad de los Llanos, venta de alimentos y artesanías realizadas por la comunidad, entre otras actividades. El valor de ingreso es de $5.000 pesos que serán invertidos en la terminación de la biblioteca comunitaria, pero además, la reflexión que hace Somos Ciudad es que éste dinero es tan importante para el beneficio de los habitantes del asentamiento humano de Villa Lorena, que por ello cada integrante recibirá una cajita que contiene un mensaje hecho a mano por niños, niñas y jóvenes, como agradecimiento por su apoyo a éste sueño colectivo.
Esta biblioteca comunitaria a culminarse en Villa Lorena, permitirá evidenciar junto con la construida en el asentamiento humano La Nohora o en el barrio Azotea, que la comunidad organizada también puede lograr grandes cambios, sin necesariamente contar con apoyo estatal.