El 21 de octubre se lleva a cabo el lanzamiento virtual del espacio humanitario en el Guayabero, para evidenciar la importancia de “un espacio civil donde rige el Derecho Internacional Humanitario, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y aplica el principio de distinción a fin de garantizar que la población civil goce del derecho a la vida digna y un ambiente sano, y que por lo tanto éste es un espacio vedado para la guerra”. Así mismo, se lanzaba la invitación a medios de comunicación, organizaciones sociales e institucionalidad, para que hicieran presencia el 27 de octubre en la vereda Nueva Colombia, para estar formalmente en el lanzamiento del espacio, pero, además, para dialogar con la comunidad.

Para el 22 de octubre Voces del Guayabero denunció que, en el marco de una jornada de erradicación forzada, un soldado le dio un culatazo a uno de los campesinos que estaba grabando un desencuentro entre las y los presentes y le rompió dos dientes.

Es importante tener en cuenta, que ya fuere por provocación por parte de los militares para con los campesinos, como estrategia de amedrentamiento o porque en realidad incursiones paramilitares estaban adentrándose a la zona, empezaron a aparecer letreros tallados en los árboles en los que decía “AUC”, hecho que denunciaron en su momento las comunidades.

Foto: pantallazo video de Voces del Guayabero.

Todo lo anterior derivó en que hicieran una gira de incidencia a nivel nacional tratando de visibilizar lo que estaba sucediendo en el territorio. Sin embargo, los operativos continuaron y ya se cernía la amenaza de la fumigación. «Siempre es una guerra de los que tienen armas, de los que tienen el poder contra nosotros que no tenemos nada, que lo único que hacemos es defender esas matas de coca porque es lo que nos da la comida», aseveró con cansancio una lideresa de la vereda Caño Cabra, quien explicó también que, pese a todo, el campesinado del sur del Meta sigue organizándose para proteger su fuente de sustento.

Así en medio de un proceso de resistencia, de pervivir en un territorio en conflicto, de estar en constante amenaza por habitar en zonas de Parques Nacionales Naturales, las familias cocaleras del Guayabero desean que realmente se empiece hablar de una sustitución voluntaria de cultivos de manera paulatina, que vaya de la mano de inversión social en vías, comercialización, entre otras formas de tener presencia del Gobierno Nacional y no sólo a través de militarización y ráfagas de fusil. Mientras tanto, referirse al Guayabero es hablar de resistencia, “entonces lo que nosotros vamos a hacer es resistencia, vamos a dar la lucha por nuestra comida, por bregar a darle un futuro a nuestros hijos” concluyó un campesino del núcleo de Nueva Colombia.

Para leer la investigación completa:

Familias cocaleras del Guayabero entre ráfagas de fusil

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