Un caballo de Troya en la Alcaldía

Se dice, cuando de gobernar se trata, pero desde luego también en la política, que la lealtad es de la esencia de una y otra. Que las lealtades se perdieron en Colombia, es un hecho, que además se traduce en traiciones, y ese decaimiento solo puede explicarse a partir de la crisis de los partidos políticos, la deformación de la democracia y la corrupción de la política.

Cuando se posesionó Harman, fui uno de los sorprendidos por la llegada al gobierno, del abogado Edgar Ardila, hombre de dotes, indudablemente, pero que en su larga trayectoria desde que dejó la gerencia de Bioagrícola (cuando era empresa del municipio), empezó a incrustarse hábilmente en todos los gobiernos del Meta, asesorando a disimiles funcionarios, desde Baquero Soler, Alan Jara, Edilberto Castro, Marcela Amaya y su regente Carmelo Pérez; también Germán Chaparro, Agustín Gutiérrez,  Francisco Caamaño, Raúl Franco y Wilmar Barbosa; es decir en las cosas equivocadas de estos gobernantes algo tendrá que ver el ostentoso abogado.

De recia estirpe goda, vaya uno a saber cómo se las arregla, para convertirse en compañero de viaje de gobiernos por los que ni siquiera vota, dado que no puede hacerlo simultáneamente por todos, porque ahí no cabe el don de la ubicuidad, que él  maneja hábilmente en otras formas, para aparecer simultáneamente asesorando todas las gobernaciones y alcaldías.

Las deslealtades son comunes cuando se recoge a los enemigos, de los que siempre es más fácil conocer su condición; los enemigos que se infiltran suelen ser quintas columnas infiltradas, para procurar desde adentro servir a otros intereses. En el caso de Harman, la aparición del abogado Edgar Ardila, en el inicio de su gobierno, es exactamente la del “Caballo de Troya” que se filtró solapadamente pese a que venía de otros gobiernos y de otras campañas, y como en la épica Griega, cargaba en su vientre vicios, intensiones y hasta parentela. Una vez dentro de la administración desata toda la parafernalia para convertirse en enemigo, mejor dicho para mostrar lo que es, desleal al máximo y así, por los medios y redes, ataca a Harman, le enrostra lo que seguramente no son errores del alcalde sino los que deliberadamente el mismo asesor insinúo; busca enfrentarle al concejo municipal. A lo que iba, fue; afortunadamente Harman se percató de día de la intromisión nocturna de un caballo de Troya.

 

*Opinión y responsabilidad del autor de la columna, más no de El Cuarto Mosquetero, medio de comunicación alternativo y popular que se propone servir a las comunidades y movimientos sociales en el Meta y Colombia.

Más Populares

¡Conócenos!

Somos una Agencia, y el medio para impulsar la transformación a través de la comunicación.

Solo los administradores pueden añadir usuarios.