San José del Guaviare: los retos del catastro multipropósito en contextos de conflicto armado

El catastro multipropósito es una herramienta para tejer el futuro de uno de los territorios más biodiversos y estratégicos del país pero que ha estado más marcado y sigue enfrentando dinámicas de conflicto armado. 

En San José del Guaviare, uno de los municipios más importantes de la Amazonía colombiana, la tierra es historia, conflicto y memoria. Sin embargo, durante años, esa relación entre el territorio y quienes lo habitan ha estado marcada por la falta de información clara sobre los predios. Por eso, la implementación del Catastro Multipropósito es una herramienta clave para garantizar los derechos de las comunidades rurales y urbanas.

El Catastro Multipropósito es un proceso que busca actualizar la información sobre los predios y vincularla no solo con los aspectos físicos sino también con datos económicos, jurídicos y sociales. En el caso de San José del Guaviare, este proceso comenzó a ejecutarse de manera formal en el casco urbano en el año 2021, como parte de la estrategia nacional para modernizar la gestión catastral en zonas rurales y urbanas. Su objetivo es consolidar una base de datos confiable que sirva para la planificación territorial, la formalización de la propiedad y el diseño de políticas públicas ajustadas a las realidades del territorio. 

En el casco urbano de San José del Guaviare, el Catastro Multipropósito del casco urbano de San José del Guaviare ya fue completado. Sin embargo, en las zonas rurales, el panorama es complejo. En veredas, pequeños centros poblados y territorios campesinos,persiste la falta de información catastral actualizada.

Mientras el gobierno avanza en su barrido predial oficial, otros actores también han hecho presencia con sus propios intereses. Según la investigación El catastro de tierras de las disidencias en el Guaviare avanza más rápido que el del Estado de la periodista Juanita Vélez y publicado por El País, el Estado Mayor Central -EMC- de las FARC-EP ha realizado un censo paralelo en tierras de Guaviare, Meta y la Amazonía central de al menos 270 mil hectáreas. Lo han llamado su propia «reforma agraria», un mecanismo de control territorial donde recopilan información predial, miden terrenos, presionan a líderes comunales y, finalmente, cobran extorsiones basadas en el tamaño de los predios.

Este censo irregular ocasiona que las comunidades terminen en la mitad entre las exigencias del grupo armado y la institucionalidad que intenta avanzar en procesos legales de titulación y formalización. En la práctica, la disputa por quién “registra la tierra” es también una disputa por el poder sobre el territorio.

Escuelas itinerantes de comunicación para la paz 

Desde El Cuarto Mosquetero, llevamos a cabo a finales del año pasado un ejercicio de formación comunitaria realizado en una zona rural de San José del Guaviare, donde quedó en evidencia que el término «catastro» es desconocido para gran parte de la población. Muchas personas lo asociaron con la palabra «catástrofe», pensando que tenía que ver con derrumbes o tragedias naturales. Esto, a pesar de que por estos territorios ya habían pasado los integrantes del EMC con la encuesta sobre los predios, según la investigación de Juanita Vélez.

Esa brecha de información revela cuán distante ha sido históricamente la institucionalidad frente a las comunidades campesinas e indígenas, y cuán necesario es traducir conceptos técnicos a un lenguaje cercano, relacionado directamente con la vida cotidiana de quienes habitan el territorio.

Se exploró una metodología novedosa para explicar el Catastro Multipropósito: relacionar el cuerpo humano con el territorio. Así como el cuerpo tiene características físicas, económicas, jurídicas y sociales, el territorio también las tiene. Este ejercicio permitió a las y los participantes comprender que el catastro no es simplemente un mapa, sino una herramienta que integra la historia, el uso, la titularidad y las dinámicas sociales de cada predio.

El Catastro Multipropósito es mucho más que un inventario de tierras. En territorios como San José del Guaviare, donde convergen comunidades indígenas, campesinas, firmantes de paz y, se puede convertir en una herramienta clave para la planificación participativa, el mejoramiento de vías terciarias, el acceso a servicios públicos y el diseño de políticas públicas que respondan a las realidades.

Como lo plantea el investigador Alcázar Molina, el catastro multipropósito tiene el potencial de articular y consolidar un desarrollo equilibrado que mejore la calidad de vida de las comunidades. Pero para que eso sea posible, la pedagogía es fundamental. No se puede construir un catastro legítimo sin la participación activa de quienes habitan el territorio y por eso desde El Cuarto Mosquetero adelantamos escuelas itinerantes de comunicación para desmitificar, aclarar dudas y brindar herramientas a las personas sobre qué hacer y cómo hacerlo en la operación catastral. 

Aunque la operación catastral urbana en San José del Guaviare es un avance importante, el verdadero desafío está en el campo. La consolidación de un catastro multipropósito en la zona rural de San José del Guaviare requiere no solo tecnología y recursos, sino una estrategia sostenida de formación y diálogo con las comunidades. 

En San José del Guaviare, conocer la tierra es también reconocerse como comunidad. Saber quiénes son, dónde están, cómo viven y qué sueñan es parte de la construcción de un territorio articulado, integrado y en paz. El catastro multipropósito, entonces, no es un fin, sino una herramienta para tejer el futuro de uno de los territorios más biodiversos y estratégicos del país.

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