Cada 21 de mayo se celebra el día de la Afrocolombianidad en el país. Sin embargo, el arraigo de la cultura llanera parece haber dejado a un lado a las personas de raza negra que nacieron y crecieron en el Meta manteniendo sus raíces.
Para conmemorar este día, te contaremos un poco sobre la historia detrás de esta fecha y una destacada afrollanera que ha trabajado en pro de la visibilización y reivindicación de las y los afro en el Meta.
A través de la Ley 725 del 2001, el Congreso decretó el 21 de mayo como el Día Nacional de la Afrocolombianidad, dedicado a la población afro. Esta fecha fue elegida para conmemorar a las personas de raza negra, pues hace 169 años, durante el gobierno de José Hilario López, se promulgó la Ley de Manumisión, mediante la cual se abolió legalmente la esclavitud en Colombia, poniendo fin a más de dos siglos de sometimiento a las personas de ascendencia africana, nacidos en nuestro país, producto de la trata transatlántica de esclavos.
Esta fecha es de gran importancia, no solo para las y los afrocolombianos, sino para todos los ciudadanos/as del país, pues aunque durante varios gobiernos se han creado iniciativas que buscan reivindicar el papel de la población afro y generar de manera equitativa el acceso a educación, a servicios públicos y a empleo, existen aún muchas falencias frente a la garantía de estos derechos.
Aún así, se han visto avances significativos frente a esta problemática, pues Colombia ha firmado los siguientes tratados: “Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial”, “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, “Convenio 169 de la OIT” y “Convención de la UNESCO sobre Discriminación y Educación” que por su carácter internacional deberían ser tenidos en cuenta para que todas las instituciones del país, implementen acciones positivas en sus diferentes directrices.
Estas medidas deben aplicarse como reparación histórica a los pueblos afrodescendientes para empezar a erradicar aquellas limitaciones que debido al racismo, han puesto a las comunidades afrocolombianas en situación de desigualdad social.
Esta problemática, no solo la sufre la población negra históricamente establecida en las regiones del Atlántico y el Pacífico en Colombia, sino también la de los otros departamentos del país a los que han llegado en diferentes épocas, debido al conflicto armado, el desplazamiento forzado, u oportunidades laborales.
Este último es el caso de la familia de Evelyng Olivares, una afrollanera que llegó al Meta en el vientre de su madre cuando tenía seis meses de gestación, debido a que a su padre se le había presentado una gran oportunidad de trabajo.
Nacida y criada en tierra llanera, Eveling jamás perdió las raíces de sus padres barranquilleros, en su sangre mantiene el sabor y son que caracteriza a la población negra. Nunca aprendió a bailar joropo, pero su cuerpo bien se contornea al ritmo del mapalé.
Actualmente, la afrollanera es administradora de empresas, ha trabajado tanto en la esfera pública como privada, y desde la Asociación Amiga de Mujeres Negras Raizales y Palenqueras del Meta – AAMEMN, se ha enfocado en abogar por las comunidades que más lo necesitan. Esto, debido a que ella, además de ser negra, pertenece a la comunidad LGBT, lo que la ubica dentro de dos poblaciones en condición de vulnerabilidad, sufriendo dos tipos de discriminación: por su raza, y por su orientación sexual.
Para Eveling, su raza va mucho más allá de esa percepción alegre y altiva que se tiene generalmente, dado que la población a la que pertenece ha destacado por la calidad y calidez de los profesionales que día a día incursionan con mayores posibilidades en importantes espacios de la sociedad, sobretodo en la docencia.
“A nosotros nos ven como el rumbero, la negra del trasero grande, el negro genitalmente dotado pero somos más que eso. En las zonas en las que hay mayor población negra como el Chocó y Medellín, tenemos un alto porcentaje de profesionales”, mencionó la lideresa.
La afrollanera señaló además que tiene cierta contrariedad, al igual que muchos de sus compañeros negros, con respecto al Día de la Independencia en Colombia, pues esa fecha que enorgullece a millones de colombianos/as cada año, no representa el sentir y la lucha de la comunidad negra nacida en Colombia.
“En la batalla libertadora de 1819, Simón Bolívar engañó a los negros, les dijo que si participaban les daba la libertad, pero fue hasta 1851, que se reconoció la abolición de la esclavitud en Colombia (…) Por eso, cuando se celebra la Independencia y todos sacan sus banderas, me preguntan ‘¿Por qué no saca su bandera?’, yo les digo que ese día no me representa, porque esa fue la independencia de los amarillos y los blancos, no la de los negros’”, relató Evelyng, recordando que para su raza, existen tres fechas importantes: el 23 de marzo, Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud; el 21 de mayo, Día de la Afrocolombianidad y el 12 de octubre, Día de la Raza, ya que hacen parte de ella, representan una parte de la multiculturalidad étnica y racial del país.
Sin embargo, con la identidad racial, ha tenido inconvenientes, pues cuando ven su piel que no es oscura, le dicen que no es negra, pero ella siempre tiene una respuesta elocuente: “Este trasero grande y este pelo rizado no es de blanca. Ser negro no es solo la pigmentación de la piel, ser negro está en las raíces, se lleva en las venas. Es por eso que los negros somos orgullosamente negros”.