La Investigación Acción Participativa (IAP): Una apuesta por nuevas formas de construir conocimiento

La Investigación Acción Participativa ha sido ampliamente estudiada por diferentes ramas en la antropología y sociología en el país, su fundador Orlando Fals Borda la planteaba como una multidisciplina que conlleva un avance en procesos holísticos, en la medida que aporta y comparte la búsqueda de mejores formas de organización científica, técnica y social. En este sentido, se han identificado diferentes características de la IAP que representan un cambio social y un nuevo panorama en el campo de la investigación.

En primer lugar, al ser de carácter participativo, la IAP reconoce la importancia de la planificación, observación, acción y reflexión ante diferentes conflictos, de manera que se involucre a las comunidades en su abordaje para realizar el diagnóstico del conflicto, al reflexionar e interpretar la información y realizar la extracción del significado de los datos. En este sentido, la IAP es colaborativa, emancipadora (a partir de una relación de iguales), además, es autocrítica, pues prioriza el trabajo en campo y busca partir de herramientas y técnicas que incluyan narrativas y diálogos participativos y flexibles.

Así, al reconocer a la IAP como una perspectiva epistemológica y una teoría social de construcción colectiva de conocimiento y transformación, se da un diálogo horizontal y acción social entre las comunidades involucradas, la sociedad civil y la academia, buscando una transformación social, ambiental y política, con pedagogía de trabajo colectivo. Esta transformación se plantea desde el intercambio de experiencias, el desarrollo de pensamientos reflexivos y críticos, la ruptura de la idea del conocimiento académico como el único válido y una triangulación de la información que parte de desaprender lo tradicional y reflexionar respecto a las diferentes formas de construir conocimiento.

De esta manera, se plantea un quehacer social que parte de una teoría (diálogo dinámico de saberes) y una práctica (discusión, reflexión y crítica con un impacto en la situación a analizar).  Estaríamos hablando además de una vivencia cultural, política y científica, que reconocer la importancia del conocimiento tradicional, las falencias del mundo académico y las distintas oportunidades de mejora y avance en la manera que se ha realizado la investigación social en Latinoamérica.

¿Cuáles son los principales puntos que la IAP recoge?

La inserción de la investigadora o investigado en la comunidad (reconociendo su papel en la misma, partiendo de una posición política que se aleja de la pretensión de ser uno más de la comunidad), el análisis de las condiciones estructurales y trayectoria histórica de las diferentes comunidades, y la reciprocidad simétrica, respeto y aprecio mutuo entre los participantes, los humanos y la naturaleza.

Además, uno de los aspectos novedosos de la IAP es que se trata de una filosofía de vida que convierte a sus practicantes en personas sentipensantes, una relación basada en el Ethos de la liberación y que busca combinar la praxis de la ética con lo académico, lo racional con lo existencial, emocional y los afectos. En este sentido, se plantea que la IAP es una herramienta interesante que parte de una teoría y conceptos, el diagnóstico de conflictos y violencias, la planeación de acciones y soluciones, la sistematización y la triangulación de la información.

Una de las novedades de este proceso partiría de reconocer a todas las personas participantes como investigadoras, sujetos sociales que toman decisiones para el cambio de su propio contexto, mediando entre el conocimiento popular y científico. Así, la IAP se pregunta constantemente por la manera en que debe investigarse una realidad para transformarla, mediante una inmersión de diferentes disciplinas y un conocimiento situado.

Por otra parte, deben analizarse diferentes puntos de la IAP  que han ido cambiando a lo largo de su aplicación, en primer lugar, esta perspectiva plantea a la investigación como una manera de crear conciencia en los miembros de la comunidad (premisa que continúa perpetuando una relación desequilibrada de poder y una violencia simbólica, al desconocer los procesos sociopolíticos organizativos y grupos de acción de las comunidades), la investigación militante y la medición del real compromiso con la comunidad (si bien se busca una producción de conocimiento colectivo, es importante identificar las diferencias de condiciones y privilegios entre quienes investigan y la población).

Después de este debate de ideas y contradicciones, es importante analizar la relación y posibles oportunidades entre la IAP y el análisis, por ejemplo, de diferentes conflictos socioambientales. La IAP identifica entonces la relación entre cultura y naturaleza, a partir de la cual deben partir las investigaciones y el planteamiento de las diferentes técnicas cualitativas que permitirán obtener la información. En primera instancia, la mezcla de la observación participante, la realización de grupos focales y el recorrido del contexto, para conocer y analizar la trayectoria histórica del conflicto y la permanencia de la comunidad en él. Por otro lado, al combinar la IAP con el uso de gráficos históricos de recursos (determinar cómo han cambiado los recursos, fauna, flora y en general las condiciones del contexto), la identificación de la unidad productiva (permite preguntarse por la manera en que las comunidades perciben su contexto y si es el caso, el lugar en el que producen o cosechan) y la realización de entrevistas semiestructuradas que reconozcan un dinamismo y la posibilidad de cambios durante la misma.

Así la IAP, se aleja de la perspectiva colonial que busca salvar a los impactados y que en su lugar parta de una política de la afinidad (conexión parcial con los otros seres humanos y lo no humano), aportando así a la realización de investigaciones que apuestan por identificar la experiencia y el conocimiento situado de las comunidades, sus modos de vida, relación con los factores bióticos y abióticos, lugares de importancia (como fuentes de agua, miradores o las montañas) y luchas en permanente tensión con las lecturas externas del territorio y sus elementos.

Por último, es fundamental identificar el compromiso de la IAP al buscar pensar por fuera del posicionamiento reflexivo sobre las propias prácticas de producción y presentación del conocimiento, de manera que los intereses de las investigaciones sean delimitados y consensuados con las diferentes partes, reconociendo la importancia de pensar y reflexionar en términos de raza, clase y género.

Por: María Paula Castellanos

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