El 12 de junio se presentó en la Universidad UNIMINUTO el estudio que resalta las realidades de las juventudes rurales. El 50.7% de los jóvenes rurales se reconocen como víctimas del conflicto armado y el 75% no están afiliados a ningún fondo de pensiones.
Según proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para 2023, más de 12.701.952 personas en Colombia son jóvenes entre 14 y 28 años, de los cuales el 23.5% residen en zonas rurales. Además, el 35% de la población colombiana se encuentra en el rango de 14 a 35 años, lo que representa una significativa oportunidad demográfica para el país.
En este contexto, la movilización de 2021 evidenció el liderazgo juvenil, motivando a instituciones gubernamentales, la sociedad civil y la cooperación internacional, incluyendo a la AICS, a escuchar y atender las inquietudes de las juventudes. De este esfuerzo surge en el 2023 el proyecto Juventudes: el campo en movimiento, dirigido específicamente a la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural -MEEJR-, con una inversión de 3.3 millones de euros y una ejecución prevista de tres años.
En el marco del proyecto Juventudes: el campo en movimiento, se apoyó la caracterización integral de los jóvenes rurales y emprendimientos en Colombia, liderado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo -AICS-, la Mesa de Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil Rural -MEEJR- y el Departamento Nacional de Planeación -DNP-. Los resultados de esta primera caracterización sobre jóvenes rurales y emprendimientos en Colombia se dieron a conocer este miércoles 12 de junio de 2024 en la sede de la Universidad UNIMINUTO en la ciudad de Bogotá. La presentación conto con la presencia de altos representantes de entidades del estado colombiano, la Unión Europea, la Cooperación Internacional y diversas organizaciones sociales que trabajan por las juventudes en Colombia.
El proyecto ha permitido desarrollar dos procesos de caracterización mediante una plataforma en línea, autogestionada por las juventudes rurales. La primera caracterización analizó las realidades de los jóvenes rurales, aplicándose a 1.404 participantes de diversas comunidades -campesinos, afro, indígenas, LGTBIQ+-. La segunda caracterización evaluó 603 emprendimientos rurales, beneficiando a más de 15.377 personas y constituyendo la base social de la MEEJR.
Estos estudios relevaron datos importantes: El 47.16% de los jóvenes emprendedores son campesinos, seguidos por afrodescendientes, indígenas y mestizos. El 56.4% de los jóvenes rurales prefieren emprender como proyecto de vida, aunque el 73% de los empleos generados son informales. Además, los estudios también indica que 70% de los emprendimientos son colectivos, y el 57% están legalmente constituidos., 7 de cada 10 jóvenes viven con menos de un salario mínimo legal vigente, y el 71% señala que sus ingresos no son continuos.
El 38% no tiene acceso suficiente a alimentos, y el 56% considera que su hogar sufre o está en riesgo de inseguridad alimentaria. Los jóvenes priorizan como líneas de apoyo específico para sus emprendimientos, el capital de trabajo, maquinaria y equipos, e infraestructura
En términos de políticas públicas, el 78% de los departamentos cuentan con políticas públicas de juventudes y solo el 24.6% de los municipios del país tienen políticas de juventud.
El 75% de los jóvenes rurales no están afiliados a ningún fondo de pensiones y el 51% de los jóvenes son cuidadores de otras personas, con una carga mayoritaria para las mujeres -32 horas semanales frente a 23 horas de los hombres-.
Por cada 100 jóvenes rurales, 2 tienen alguna discapacidad, y la mitad de ellos son víctimas del conflicto armado, siendo las principales discapacidades un 55% físicas y un 30% sensoriales. Además, el 50.7% de los jóvenes rurales se reconocen como víctimas del conflicto armado.
Por lo tanto, se requiere la formulación e implementación de políticas públicas con cuotas específicas para la participación de los jóvenes rurales y con acciones afirmativas de género, etnicidad y discapacidad. Es crucial apoyar de manera diferencial a los jóvenes rurales según su contexto cultural y territorial, diseñar incentivos para jóvenes cuidadores, y definir estrategias con los entes territoriales para la implementación de políticas públicas juveniles
De igual forma, es necesario fortalecer programas de formación en emprendimiento y habilidades financieras, apoyar socio-empresarial y comercialmente los emprendimientos para su sostenibilidad; diseñar rutas para la formalización de emprendimientos juveniles, e impulsar innovaciones en emprendimientos sociales, productivos y tecnológicos. También se debe apoyar tanto iniciativas tradicionales como nuevas oportunidades en sectores emergentes, promover comercio digital, y proporcionar formación en gestión de recursos financieros.
En el siguiente link podrá acceder a los estudios de caracterización completos y a los tableros interactivos de dichas caracterizaciones: www.lameejr.com