Jóvenes en Paz: el programa que busca contribuir a las desigualdades en los territorios

El programa entregará incentivos económicos a los y las jóvenes en riesgo de vinculación a grupos criminales.

El decreto que ratifica la creación del Programa Nacional Jóvenes en Paz, fue firmado por el Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de la Igualdad, con el fin de “contribuir en la eliminación de las desigualdades económicas, territoriales, políticas y sociales, impulsar el goce del derecho a la igualdad, el cumplimiento de los principios de no discriminación y no regresividad, y la construcción de paz en los territorios”.

Los y las beneficiadas serán jóvenes entre los 14 y 28 años de nacionalidad colombiana. Según el Departamento Nacional de Planeación- DNP, podrán acceder quienes cumplan condiciones como: tener residencia habitual en zonas rurales, haber sido o tener riesgo de ser víctima de explotación sexual, riesgo de pertenecer a grupos criminales, violencia o reclutamiento forzado y/o, habitar en territorios del conflicto armado.

Otra de las condiciones para el acceso será que los y las jóvenes no podrán tener en su contra “órdenes de captura o de aprehensión, medidas privativas de la libertad o que reciban otro tipo de ayudas del Gobierno Nacional, como el programa Jóvenes en Acción”.

El monto que brindará el Programa será de aproximadamente $1.000.000 mensuales. Este, además, consta de cuatro componentes como transferencias monetarias condicionadas, apoyo al emprendimiento, acceso al sistema educativo y atención en salud mental.

Para su ejecución se eligieron 100 municipios con una alta tasa de homicidios, embarazo adolescente y reclutamiento forzado. “A través de un compromiso de educación y trabajo comunitario, las juventudes podrán construir paz en sus territorios y ser beneficiadas condicionadamente por esto”, expresó Gareth Sella, viceministro de las Juventudes, a través de su cuenta de X.

Aunque la noticia ha generado polémica principalmente entre la oposición, Gareth afirma que “no vamos a pagar por no delinquir. Daremos una transferencia condicionada a las juventudes que cumplan con dos componentes fundamentales: educación y corresponsabilidad o trabajo comunitario, donde las juventudes devolverán algo a su comunidad para la reconstrucción de tejido social y paz”.

De acuerdo con Francia Márquez, vicepresidenta de la República y ministra de la Igualdad, “la mayoría de esos jóvenes son hijos de mamás cabezas de familia; son negros, indígenas y campesinos, entonces que el Estado hoy esté desarrollando este Programa para atender a la juventud, no puede verse como un incentivo a la delincuencia, al contrario, tiene que verse como un estado social de derecho que está asumiendo su responsabilidad”.

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