Incertidumbre en La Picota de Bogotá por la confirmación de dos casos de coronavirus

La cárcel de Villavicencio dejó de ser la única en el país con casos confirmados de Covid-19, en el centro reclusorio La Picota de Bogotá, se acaban de reportar dos nuevos contagiados por la epidemia.

La incertidumbre y angustia que vivían los presos de la capital del Meta, donde se han reportado 21 casos positivos de coronavirus, ahora se trasladó a la cárcel La Picota de Bogotá, a la que el pasado 1 de abril, llegaron dos presos desde Villavicencio, con medida disciplinaria, debido a que se habían involucrado en una riña, cuestión que pone en peligro a todo el establecimiento carcelario.

Aunque versiones oficiales indican que los dos hombres quedaron en aislamiento de inmediato porque es el protocolo establecido ante esta emergencia, rumores al interior de la cárcel, indican que no se tomó ninguna precaución al respecto, pues para el momento del traslado no se conocía todavía que en Villavicencio ya estaba presente la enfermedad entre los internos.

Caliche, uno de los internos de La Picota, aseguró que las cosas al interior del centro penitenciario están bastante tensas, la gente está muy nerviosa. Están en medio de la incertidumbre e ignorancia, pues ninguno de los reclusos sabe donde están ubicados los contagiados. “Me parece una irresponsabilidad garrafal por el director general del INPEC, que está exportando desde Villavicencio esa pandemia. Y en cada una de las cárceles es difícil porque el efecto rebaño es contundente”, declaró el preso.

La angustia crece porque al parecer, según Caliche, versiones de algunos internos afirman que a los presos provenientes de Villavicencio, los llevaron a las celdas primarias (lugar donde llegan quienes son trasladados de otras penitenciarias), sin ningún tipo de aislamiento. “La orden era que los traían, los llevaran a un sitio para que pasaran la cuarentena y les hicieran los exámenes, pero eso es puro bla, bla, bla”, indicó el preso añadiendo que, tal como lo había dicho el sindicato del INPEC, el único sitio medianamente adecuado para realizar el aislamiento, es la Unidad de Tratamiento Especial, pero está ocupado por pacientes psiquiátricos, a los cuales no es posible sacar a los patios por su condición mental.

El recluso, al igual que todos sus compañeros, teme que lo más seguro es que otros internos que hicieron contacto con ellos -ya que algunos de los reclusos les llevaban comida a otros sin ningún protocolo de prevención-, estén contagiados. Eso sin contar que las celdas primarias, también tienen un alto nivel de hacinamiento.

Versiones de algunos reclusos señalan que en el Patio 5 de las torres de ERON, hay más contagiados. Esto lo dedujeron con base en el contacto constante que aseguran, tienen los reclusos de ese lugar con el personal del INPEC, los promotores de salud, los de ordenanzas, entre otros. Sin embargo, según los internos, todo ha sido negado por los oficiales.

Según el tablero de estadísticas del INPEC, de los 132 penales de Colombia que cuentan con 80.928 cupos, los condenados son alrededor de 85.214 (79.490 hombres y 5.724 mujeres), mientras que 35.542 son sindicados (32.844 hombres y 2.698 mujeres) están allí esperando lo que determine el juicio. Además, de 190 personas se desconoce en qué estado se encuentra su proceso.

Específicamente en La Picota, hay 9.232 internos y un hacinamiento del 53%. Esto podría representar un riesgo de contagio mucho mayor que en Villavicencio, donde hay 714 condenados, frente a 1.069 sindicados, con una sobrepoblación del 98%.

Cabe recalcar que desde hace varios días, los internos de diferentes cárceles en todo el país, se han manifestado pacíficamente ante la falta de garantías de protección, el masivo hacinamiento y el abandono por parte del Estado. Ante esta situación, el Gobierno emitió en estos últimos días un decreto de excarcelación que beneficia a aproximadamente 4.000 presos privados de la libertad con la medida de prisión domiciliaria hasta por seis meses. Sin embargo, parece ser que los esfuerzos siguen siendo insuficientes.

Diferentes organizaciones de derechos humanos, como Equipo Jurídico Pueblos, el Colectivo de trabajo por las Mujeres privadas de la libertad, el Comité se Solidaridad con Los Presos Políticos, se han sumado a las peticiones de los reclusos, exigiendo acciones contundentes del Gobierno Nacional para controlar el hacinamiento en las cárceles del país (que en su mayoría están sobrepobladas), y garantizar así la salud y bienestar de los reclusos.

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