Don Emiliano Daza nos recibió sin muchas preguntas, nos ofreció descansar en su casa antes de continuar nuestro viaje hasta La Macarena. Él curiosamente es de Landázuri, Santander, muy cerca de El Peñón, de donde eran mis dos compañeros de viaje, por lo que generaron gran conexión.
Él llegó hace más de 43 años a La Macarena, pero como ya para la época comercializaban con ganado, pero especialmente necesitaban encontrar una forma de salir sin incurrir en muchos gastos, junto con otros campesinos empezaron a abrir trocha hacia Vista Hermosa y a poblar la zona. Él fue uno de los colonos de Caño Ánimas, vereda del corregimiento de La Reforma. Gran parte de su vida la ha dedicado a trabajar por el bienestar de la comunidad, pero no por ello se ha salvado de ser estigmatizado.
«A mi la otra vez me tocó que la Alcaldía me firmara un poco de documentos donde evidenciara que yo trabajaba con el tema de la carretera, pero no porque tuviera nexos con nadie, si no por el beneficio de todos» me cuenta cuando empezamos a hablar de cómo funcionaba el comité pro carretera «mal llamado peaje», con el cual cada vez que pasa una moto o carro cobran un pequeño valor que luego invertirán en operarios y/o maquinaria para mejorar las trochas. Esta iniciativa es de conocimiento de las administraciones de Vista Hermosa y La Macarena y funciona cada ciertos meses o incluso años. «Es cuando el camino se pone más malo que lo hacemos», ya que, ante la incapacidad o falta de voluntad de la instirucionalidad de invertir en carreteables para el campo, es la comunidad la que organizada, busca satisfacer sus necesidades básicas.
Sin embargo, actualmente el peaje pro carretera no está funcionando, al igual que el de otras veredas, ya que el segundo semestre del 2020, en la vereda Catalina- Peñas Rojas, Edilson Patiño fue capturado y asociado a las disidencias, ya que supuestamente el dinero recaudado no era invertido en la carretera si no era para financiar actividades delincuenciales, información que claramente la comunidad salió a desmentir, pero como él sigue tras las rejas, don Emiliano y la comunidad no han retomado labores «y la carretera por ahora está como buena».
Pero don Emiliano sabe que tomar pausas aveces es necesario, más no pueden desistir, porque las vías no solo representan para la comunidad campesina garantías de vida digna, sino también la posibilidad de seguir luchando por vivir en un país en paz.