El ecoturismo como herramienta de construcción de paz en Villavicencio

Las maravillas naturales que se mantenían ocultas en la Comuna Dos de Villavicencio a causa de la inseguridad que se vivía en el sector, ahora están disponible para disfrute del público, bajo un proyecto ecoturístico de jóvenes que dejaron su vida delincuencial atrás, para apostarle a la construcción de paz. 

Desde hace cinco meses, las y los jóvenes de la Comuna Dos que vivían inmersos en una cotidianidad de delincuencia, se reunieron para hablar con franqueza y dejar odios atrás. «En un proceso de hace cinco meses, todos los muchachos se sentaron, dejaron las armas, dejaron ese rencor que se tenían entre ellos, esas deudas de sangre y empezaron a generar emprendimientos», le contó a este medio, Julio Rueda, ingeniero ambiental y especialista en formulación de proyectos, quien logró contactarse con ellos y se unió a este proceso de resocialización. Proyectos como ventas de empanadas, dispensadores con guaduas, entre otros, han desarrollado en la zona gracias a este acto de reconciliación.

Foto: Colinas Transformando Vidas

El colectivo le mostró a Rueda la ruta turística que tenía trazada para su proyecto ecoturístico. Con eso en mente, quienes conforman la iniciativa, se plantearon construir el Parque de Ecoturismo Urbano Cerro de Colores, en vez de una ruta turística. De esta manera se busca generar un trabajo digno y estable para las y los jóvenes, e incluso para la comunidad que podría unirse al proyecto con venta de dulces, artesanías, bebidas, entre otros. 

Es así que, los jóvenes junto a 40 voluntarios de Colinas Transformando Vidas, -organización lidera Julio Rueda-, y la comunidad, buscan aprovechar la riqueza natural que existe en la zona de manera sostenible, y hacerle frente al histórico abandono estatal en el que han estado los barrios Colinas, San José, La Playita, Libertadores y La Salle, con este proceso de resocialización lleno de arte urbano y maravillas paisajísticas. 

El proceso de resocialización es liderado por Jeison Calderón, Enrique Lizcano, Juanito, Alejandro, Sebastián y Graciano.  En total son 20 los jóvenes del barrio Colinas que vieron una forma de transformar sus vidas mediante el ecoturismo. Actualmente, son ellos los guías y promotores turísticos de esta atracción natural. 

Desde El Cuarto Mosquetero nos contactamos con Jeison Calderón, quien nos contó que, nació hace 22 años en Bucaramanga, pero cuando cumplió cuatro meses de edad, fue traído a Villavicencio. Toda su vida la ha visto desde los rincones, calles y paredes del barrio Colinas, de la Comuna Dos. 

Cuando descubrió la riqueza natural y ecológica de su barrio, decidió dejar atrás su pasado delincuencial para incursionar en el ecoturismo. Pero también lo hizo por la comunidad que lo rodea, por la tranquilidad de sus vecinos, y sobre todo por él, para superarse como persona. 

“La comunidad está contenta, cuando estamos limpiando para hacer rutas, nos dan gaseocita, y a veces nos dan almuerzo”, afirma Calderón, que en su nueva cotidianidad, ha encontrado una forma de transformar su vida, de enorgullecer a su familia y a quienes le vieron tropezar, pero luego crecer aprovechando oportunidades como la que le brindó Colinas Transformando Vidas. 

Sueña con capacitarse como guía turístico a nivel profesional, y que el proyecto que se está gestando en su barrio, tenga tal reconocimiento, que allí acudan turistas, no solo de la ciudad, sino de todos los rincones del mundo para que se maravillen con las bellezas naturales que existen en la Comuna Dos de Villavicencio. 

Cristian Calderón, edil de la Comuna Dos, coincide con Jeison. Afirma que ese proceso largo y arduo en el que algunas personas han trabajado a lo largo de los años, irónicamente, en un año que resultó nefasto para gran parte del mundo, logró prosperar. “Eso ha tenido un impacto social fortísimo porque ahora toda la gente tiene los ojos puestos ahí”, afirmó. 

Y es que la riqueza natural que hasta hace poco se mantenía oculta en la Comuna Dos, también ofrece la posibilidad de ver nutrias, aves y micos de diferentes especies, todo un atractivo turístico que ya cuenta con reconocimiento a nivel local. En varias ocasiones han recibido turistas, a quienes les ofrecen paquetes de $20.000 en adelante, que varían entre servicios de desayuno, acompañamiento del guía turístico y visita a pequeñas lagunas como La Tina, Pozo Hondo, La Nevera, y una cascada cercana. Cada 15 o 20 días hacen estos recorridos. 

El proyecto también ha creado tejido social; en cada momento, en cada trabajo y cada reunión, las y los habitantes de estos sectores están disponibles para brindar su ayuda a los jóvenes, e incluso también se han visto beneficiados, pues algunos, aprovechando la presencia -cada vez mayor- de turistas, han salido vender jugos de naranja, empanadas y demás productos que han potenciado su economía.  

El edil ha notado que desde que inició el proyecto, los sectores se han vuelto más tranquilos, tanto así que ya muchas personas que antes temían ingresar o pasar por allí, se han atrevido a descubrir sus bondades y cambiar su percepción de inseguridad. “Ahora ya entran los taxis, antes uno le decía al taxista que para el barrio San José y decían que no, que lo dejaban a uno en la avenida”, recuerda. 

Recorrido turístico en la Comuna Dos. Foto: Colinas Transformando Vidas

A futuro, la comunidad sueña con ver este proyecto equiparado al turismo urbano que actualmente existe en Medellín. Se imaginan el parque de La Cruz, lugar en el que nació Villavicencio, como un punto de inicio en una ruta turística en la que las y los jóvenes, con capacitaciones brindadas por el Sena, lleven indumentarias alusivas a los mitos y leyendas del Llano como la Bola de Fuego, la Patasola, el Silbón, entre otros, y puedan empezar a narrar el conflicto que se guarda en las memorias de la ciudad, y como con el tiempo, se han gestado iniciativas para dejar ese pasado doloroso atrás a medida que se van encantado con las maravillas naturales de la Comuna Dos, que hoy están abiertas a los ojos del público. 

Por el momento están trabajando en la adecuación de senderos, de miradores y la creación de un vivero. Pero los recursos para lo que busca el proyecto, son limitados, por eso a través de una Vaki, buscan recolectar fondos para empezar con los cimientos de lo que será el Parque de Ecoturismo Urbano. También quieren seguir capacitándose y arreglando los lugares para que las visitas de los turistas sean más agradables. En este enlace puedes hacer tu aporte desde $10.000 en adelante: https://vaki.co/1602039682459 

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