Valeria Guerrero, de 21 años, creció en Barranquilla, capital del departamento del Atlántico. Actualmente está cursando su sexto semestre de medicina en la Universidad Federal de la ciudad de Kazán, al suroeste de Rusia, gracias a una beca.
Desde hace más de dos semanas, la joven empezó a experimentar frecuentes dolores de espalda que le llevaron a practicarse unos exámenes. Fue entonces que le diagnosticaron cáncer de linfoma de Hodgkin en fase 4.
El sistema linfático es parte del sistema inmunitario que ayuda a combatir infecciones y algunas otras enfermedades. También ayuda a controlar la circulación de líquidos en el cuerpo. Es así que esta enfermedad ocurre cuando el cuerpo produce demasiados linfocitos anormales, un tipo de glóbulo blanco, según la Sociedad Americana de Cáncer.
A pesar de la avanzada etapa de la enfermedad en la que se encuentra, Guerrero no ha podido empezar el tratamiento para combatir el cáncer, debido a que la póliza médica no cubre los costos de la quimioterapia y necesita de ocho sesiones.
Tampoco ha podido regresar a Colombia, pues dada la pandemia actual, las fronteras están cerradas y por ende, los vuelos comerciales no están disponibles. Esto Valeria lo supo demasiado tarde, pues tan conoció de su enfermedad, abandonó su residencia como estudiante en Rusia y compró los tiquetes para regresar a su país, pero entonces se enteró de las medidas tomadas por el presidente Duque para evitar la propagación del coronavirus. Fue así que se quedó estancada en Moscú, capital de esa nación sin más apoyo que el de la señora que le prestó alojamiento en esa ciudad.
Ante esa situación, la joven estudiante solicitó ayuda a la cancillería de Colombia en Rusia, pero no ha logrado mucho. Incluso pidió apoyo mediante redes sociales asegurando que «Desde Cancillería me dicen que hay un vuelo humanitario de Madrid a Colombia y que buscarán la forma de moverme desde Moscú a Madrid. El problema es que yo soy una simple estudiante extranjera y no tengo el poder de decirle al gobierno ruso que me ayude a salir; eso debe ser un acuerdo entre gobiernos porque ya no hay vuelos comerciales», dijo Valeria en un video.
La Cancillería no tardó en pronunciarse asegurando que prestará apoyo especial a Valeria Guerrero, para que reciba atención médica. Por su parte, El Ministerio de Relaciones Exteriores publicó un comunicado de prensa, en el que se comprometió a que la joven inicie el tratamiento que requiere su delicado estado de salud para el próximo mes.
“Tal como lo manifestó la Cancillería, el inicio del tratamiento está previsto para mayo y, aunque este cuenta con apoyo de la comunidad estudiantil y académica, contará también con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, dada la excepcionalidad del caso de la connacional. La Cancillería prestará atención para que se inicie el tratamiento y para su continuación hasta que sea posible su regreso a Colombia”, reza parte del comunicado expedido por el Ministerio.
El Cuarto Mosquetero se contactó con la joven quien aseguró que a pesar de que ya la Cancillería y el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguraron que le ayudarán en su situación, pero hasta ese momento no se concretaba nada.
“La Cancillería sacó un comunicado diciendo que iba comenzar un tratamiento acá pero hasta la fecha me parece extraño porque primero, el esquema de las quimioterapias no está terminado, segundo no me han dicho a qué centro de salud me debo remitir, no he hecho ningún examen médico, que se hacen antes de las quimioterapias” mencionó Valeria a este medio.
Según Guerrero, delegados de la Cancillería llamaron a su mamá para decirle que destinarían unos recursos para tratar su enfermedad pero que no contaban con mucho presupuesto.
La joven temía lo que pudiera suceder, pues entre más días pasan, más terreno va ganando su enfermedad y en esos momentos se hallaba sola en un país que está a millones de kilómetros de su familia.
Pero la presión social y la atención mediática a esta situación dio resultados, pues Valeria regresó el pasado viernes, 1° de mayo, a Colombia en un vuelo humanitario, luego de que sus familiares lograran que se le facilitara el ingreso al territorio nacional en medio de las restricciones por el coronavirus.
El viaje fue posible gracias a las acciones coordinadas entre la Cancillería, la Alcaldía de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y personas del sector privado, que aportaron recursos para pagar el vuelo.
“Estoy en Bogotá, muy pronto voy a estar en Barranquilla reunida con mi familia, de verdad que estoy muy emocionada, muy conmovida, muy agradecida con todos. Cuídense mucho y que Dios los bendiga”, mencionó Guerrero una vez pisó tierras colombianas.