El Ejército Nacional sigue siendo vinculado a violación de derechos humanos y asesinato de campesinos y comunidades indígenas en el país en las últimas semanas; actuar que ha intentado justificar a través de comunicados y apoyado en medios de comunicación masivos. Sin embargo, comunidades continúan evidenciando su vinculación con estos casos.
Tras dos días de enfrentamientos entre la Fuerza Pública y la comunidad indígena Nasa, en zona rural de Corinto, por el desalojo de las haciendas Granadita y Gracia Arriba en la vereda el Barranco, dos comuneros de la madre tierra resultaron muertos y otro más herido.
“Ayer 12 de agosto hicieron lo que siempre hacen: llegaron Esmad, Ejército y Policía con gases, recalzadas, aturdidoras, balas, y ahora la novedad es que desde el aire reciben apoyo del avión fantasma. Hicieron daño en los cultivos y cambuches de Wejxa Kiwe y el Punto 6. Dos liberadoras y tres liberadores resultaron heridos, nada grave. Un grupo armado hostigó a la “Fuerza Pública” desde la parte montañosa. Una vez más la comunidad liberadora queda en medio del fuego cruzado. En la tarde vimos al Ejército bajar desde donde se originó el hostigamiento”, denunció la organización Proceso de Liberación de la Madre Tierra el pasado jueves.
Uno de los fallecidos fue un comunicador indígena y reportero de la emisora Nación Nasa, Abelardo Liz, que se encontraba en horas de la mañana cubriendo la situación de orden público cuando recibió tres impactos con arma de fuego en la zona abdominal.
La organización agregó que el 13 de agosto, las Fuerzas Armadas iniciaron el ataque cerca de las 9:30 de la mañana, atacando en el Punto 1 y luego, el Punto 2. “Iban dañando cultivos y destruyendo cambuches. Hacia las 11 y media la Policía llegó agazapada entre el alto paso y dispararon contra la comunidad liberadora”, aseguraró la comunidad indígena.
Según el relato de las y los liberadores de la Madre Tierra, el Ejército, en un acto provocador, cruzó por donde se encontraba la comunidad, “que ofendida por el brutal ataque, insultó a los soldados que se dirigían hacia la casa hacienda. Los militares abrieron fuego y simularon un enfrentamiento entre ellos mismos. Tres compañeros nuestros fueron heridos de gravedad y cerca de 15 levemente.”
Y añadió “A la autoridad indígena y a la misión médica que se dirigía a prestarles atención le quebraron los vidrios del carro, los gasearon e hirieron en una pierna a la autoridad. Dos de los heridos murieron después de llegar al hospital. La autoridad recibe atención médica y el otro compañero herido fue sacado del hospital para ser judicializado».
Uno de los fallecidos fue un comunicador indígena y reportero de la emisora Nación Nasa, Abelardo Liz, que se encontraba en horas de la mañana cubriendo la situación de orden público cuando recibió tres impactos con arma de fuego en la zona abdominal.
Ante estos hechos, el Ejército Nacional emitió un comunicado en el que vincula a la comunidad indígena con el grupo armado “Dagoberto Ramos” y afirma que este disparó a los militares.
Sin embargo, en video quedó registrado el momento en el que las y los indígenas, alterados por los previos ataques, agrede verbalmente al Ejército y este acciona sus armas contra la comunidad. Se evidencia cómo después de dispersar a los allí presentes con sus balas, los militares se retiran mientras se escuchan disparos. “De haberse presentado un hostigamiento los soldados se habrían dispersado y tirado al piso, como mínimo”, mencionaron liberadores de la Madre Tierra.
En otro video se evidencia una situación en la que, según explica la organización indígena, “la comunidad está en medio del fuego cruzado del enfrentamiento simulado entre dos grupos de soldados; se puede ver el momento en que hieren al compañero que tiene la cámara, Abelardo, y a otro compañero en la pierna. No hay lugar a pensar que quien disparó fue el “grupo residual Dagoberto Ramos”, son delirios del comandante militar que sale en el video del Ejército, parte del montaje. El mismo comunicado oficial del Ejército dice que no tuvieron ‘afectación al personal militar’”.
“Se trata de una embestida sistemática que en lo corrido del 2020 se ha presentado en al menos 12 ocasiones” manifestaron miembros de Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN.
Por su parte, la organización Tejido de la vida se pronunció al respecto señalando que “En este proceso han destruido el punto de control territorial para la prevención de la peste, han quemado cambuches y destruido cultivos. Este mismo día se dieron hostigamientos entre grupos armados, situación en la que quedó atrapada la comunidad”.
La Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP también se pronunció al respecto mostrando su rechazo al comunicado de prensa emitido por parte del Ejército Nacional. La organización exigió a la procuraduría General de la Nación que realice una investigación disciplinaria por el actuar de la Fuerza Pública en los operativos realizados ante la comunidad indígena. También solicitó a la Defensoría del Pueblo que de manera oportuna reciba e investigue las denuncias de la comunidad para adelantar las acciones pertinentes garantizando el cumplimento de los derechos humanos.