Joven desaparecida en Villavicencio, había denunciado a su cónyuge por maltrato

Leidy Tatiana García Ocampo, de 21 años, lleva más de un mes desaparecida. En agosto había denunciado a su cónyuge por haberla agredido con un martillo.

Según Martha Ocampo, la madre de Leidy Tatiana, la joven llevaba varios años viviendo con su pareja sentimental, de 26 años de edad. Con él se convirtió en la mamá de tres hijos, una niño de 6 años, y dos niñas de 4 y 2. Vivían en El Dique, en varias ocasiones habían discutido por los desmesurados celos de su cónyuge, y a menudo dudaba de ser el padre biológico del mayor de los infantes.   

El 16 de agosto de este año, Leidy Tatiana interpuso una denuncia ante las autoridades, señalando a su pareja sentimental de haberle golpeado con un martillo. Tan pronto la joven fue agredida, se comunicó con su mamá para comentarle lo que había sucedido.

“Me dijo que habían discutido porque un cliente le mandó un mensaje, porque ella arregla uñas, y él pensó que era algún amante, entonces le agarró el celular y lo estrelló contra el piso”, mencionó Martha Ocampo, la madre de la desaparecida. Poco a poco el relato se hizo más estremecedor, pues según la mujer “él la agarró contra la cama y le daba con un martillo, y el niño mayor, de 6 añitos, le decía al papá que ya no más, pero él le pegó una palmada y lo quitó de ahí. Y las niñas las amarró para que vieran como la agredía”. 

Tras la agresión, al hombre se le puso medida de restricción para acercarse a Leidy, quien decidió ir a casa de un amigo pero no pudo sacar a sus hijos. Queriendo compartir con ellos, a pesar del peligro que representaba ir a la casa donde antes vivía, frecuentaba el lugar para poder ver a sus hijos. Fue en una de esas visitas, que Martha no volvió a saber de su hija, a pesar de que mantenían constante comunicación. 

Días después, al amigo de su hija le llegó un mensaje desde su número de celular, en el que decía que no la buscara, que ella se había a vivir sola, que la dejara tranquila. El joven hizo caso al texto. Pero su madre, seguía con la incertidumbre a flor de piel, pues tenía certeza del amor incondicional de Leidy hacia sus hijos y se le hacía imposible el hecho de que la joven los abandonara.

Preocupada por las nulas llamadas desde ese día, la madre se comunicó con el cónyuge de su hija con la esperanza de conocer sobre su paradero, pero el hombre afirmó que la joven tomó la decisión de irse porque quería rehacer su vida estando sola y tranquila. Esta explicación siguió sin convencer a la mamá de Leidy, por lo que, decidió emprender viaje a Villavicencio.

Una vez en la ciudad, se propuso a buscar a su hija y cuando llegó a El Dique para hablar con su yerno, este, según ella, de manera cínica le contó la forma en la que había agredido a su hija delante de sus nietos y le reafirmó lo que había lo que le había dicho por llamada, que Leidy se había ido por decisión propia. 

Sin embargo, Martha pudo hablar con algunos vecinos, quienes le dijeron que la última vez que vieron a su hija fue el 1 de septiembre, cuando su pareja la llevó a hablar a una enramada cercana al borde del río Guatiquía. Horas después vieron salir al hombre solo junto a su hermano, a Leidy no la volvieron a ver.  

Sumado a la desaparición de su hija, Martha se percató del estado de abandono en el que se encontraban sus nietos. Incluso los vecinos dijeron que la abuela paterna les daba malos tratos. Ante la situación, la mujer decidió llevárselos a la casa de su padre, donde actualmente se hospeda, el pasado 6 de octubre, pero al día siguiente, según realata, fueron funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF para llevarlos de regreso con su padre. 

“Se supone que el Bienestar es para que los niños estén bien, pero se los llevaron donde ese hombre, que agredió a mi hija frente a ellos. Eso es un delito”, comentó Martha. 

La incertidumbre de no saber lo que sucedió con su hija le colma todos los días. “¿Qué le hizo su pareja? ¿La mató? ¿La tiene encerrada? ¿La amenazó para que huyera?”, son algunas de tantas preguntas que rondan su cabeza frecuentemente. Dice querer estar tranquila, y eso lo logrará cuando se conozca el paradero de Leidy. 

Por el momento, Martha ya ha interpuesto la denuncia ante las autoridades por desaparición, y se encuentra a la espera de que se inicie la investigación y las labores de búsqueda de Leidy Tatiana. 

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