En el municipio de Vista Hermosa, Meta, un grupo de mujeres quienes se encuentran participando en talleres dirigidos por la organización Limpal, redactaron una serie de cuentos que abordan los tipos de violencia hacia la mujer, especialmente la psicológica, la cual es una de las que más vulenera diariamente a las mujeres, y que sin embargo, en la mayoría de ocasiones no es reconocida.
Teniendo en cuenta lo anterior, compartimos algunos de los cuentos construidos por ellas, quienes a través de historias cotidianas intentaron evidenciar los abusos a los que son sometidas las mujeres en nuestro país.
Volver A Vivir En Paz
Había una vez una hermosa joven que se enamoró de un muchacho borrachín y mujeriego, ella estaba tan enamorada de él que se alejó de su familia porque no lo aceptaban como su novio y por esto ella decidió irse a vivir con él.
Sin embargo, no pensó en cómo sería la vida al lado él. Al siguiente día de vivir juntos empezaron las agresiones hacía ella, la golpeaba y amenazaba de muerte si llegaba a irse de su lado, por miedo nunca le dijo a nadie, ni busco ayuda. Hasta que con el tiempo, encontró una amiga y comenzó aconsejarla para que hablara sin quedarse callada. La joven finalmente se decidió contarles a sus familiares, ellos al saber todo el infierno que Mireya vivía con José, lo denunciaron. Él fue arrestado y ella volvió a vivir con su familia, en paz, sin pensar en él.
Mireya empezó una nueva vida trabajando y estudiando para salir adelante.
Nohora Inés Guerra Hernández
Jennifer Dayana Pedraza Osorio
Una Campesina Valiente
Había una vez una chica llamada Daniela, que vivía en el campo. Ella distinguió un chico llamado Luis quien también vivía en el pueblo, ellos dos se enamoraron y decidieron convivir juntos.
Pasado el tiempo Daniela queda embarazada, empieza un calvario para ella porque Luis la maltrataba diciéndole que el bebé no era de él, también le decía que era una inútil y le lanzaba la comida a los pies.
Así transcurrió mucho tiempo y las agresiones continuaron con mayor frecuencia. Daniela cansada de aquella situación, decidió irse con su hijo a empezar una nueva vida, lejos de Luis, donde él no le pudiera hacer más daño.
Ludivia Rey Bermúdez
Luz Mila Rey Bermúdez
Una Princesa De Malas
Había una vez una chica muy inteligente, bonita, trabajadora, preparada académicamente y al casarse todo cambio, entonces el castillo que había soñado se destruyó.
A los días siguientes el príncipe azul se transformó en un tigre feroz y sin embargo, ella no sabía del maltrato psicológico en el que vivía, siendo cada día peor y con su autoestima en el suelo por frases como “estas fea”; además de eso también la comparaba con otras mujeres diciéndole “no sirves para nada” “no vales nada”.
Anónimo
¡¡LAS NIÑAS ESPERAN EL MAÑANA!!
Isabella era una niña dulce, encantadora, soñadora e inocente, que creció en San Martin Meta al lado de sus abuelos paternos desde un año de edad, su madre se llamaba luz quien era una mujer joven sin educación, ni familia, la cual sufría de agresiones por su esposo Ricardo, quien la maltrataba todo el tiempo diciéndole malas palabras y no le permitía tener ningún tipo de relación con otras personas. Un día cansada de todos esos maltratos, Luz decidió salir en busca de mejores oportunidades para ella y su pequeña Isabella, pero nunca se imaginó que en esa búsqueda perdería la alegría de ver crecer a su pequeña hija.
Desde entonces Isabella solo espera el poder conocer a su madre para abrazarla, decirle cuánto la extrañaba y contarle lo triste que ha sido vivir sin ella, y como sin querer la habia condenado a repetir su historia, llena de golpes y todo tipo de abusos.
Cuando Isabella tenía 5 años la vida se encargó de robarle su inocencia en compañía de una sociedad cruel. Llenaron su mundo de dolor, tristeza e inseguridad junto con otros sentimientos no deseados, ella todas las noches se acostaba en la terraza de su casa mirando al cielo con lágrimas en sus ojos y se imaginaba al lado de su madre entablando distintas conversaciones.
En el colegio, en la celebración del día de la madre, siempre bailaba o cantaba con la firme esperanza de ver a su madre entre todo ese bello público aplaudiéndole, orgullosa de su pequeña Isabella. De esta manera, por muchos años y mucho dolor creció Isabela; sin embargo, ella formó una familia con hijos hermosos y un hombre, que con amor la ayudaron a renacer y a convertirse en una lideresa, defensora de los derechos de las mujeres, en especial de los de sus dos niñas para que así no repitan su historia.
Ella se convirtió en una mujer guerrera, capaz de enfrentar todo tipo de violencia y defender a las mujeres.
A los 37 años, Isabella todavía espera ver llegar a su madre para darle las llaves de una gran bodega donde guarda los detalles de amor de todos esos años. Les enseña a las madres que las necesidades se pasan en familia, los sueños son patrimonio del alma, la esperanza es lo último que se pierde, a vivir libres de violencia y defender a sus derechos.
Elizabeth Santamaría