El Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión quedó fijado a través de la Resolución ES-7/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El 19 de agosto de 1982, el organismo internacional durante un período extraordinario de sesiones de emergencia trató la situación de Palestina y la situación de los niños y niñas en ese conflicto.
La conmemoración de este día es un llamado de atención al mundo sobre el impacto de las guerras y conflictos en las vidas de los niños y niñas. A su vez, busca reconocer que los niños y niñas han sido víctimas de violencia sexual, reclutamiento forzado, secuestro y homicidio en el marco de las confrontaciones.
Esta fecha también es la reafirmación del compromiso que deben tener las organizaciones y naciones en la protección de los niños y niñas, así como el respeto por sus derechos. A la resolución de la Asamblea General se unió el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de los niños en conflictos armados.
Desde la ONU se viene trabajando en diversos mecanismos para la protección de los niños entre ellos está la Agenda 2030. En ese plan de acción basado en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible se tiene estipulada como meta, poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas en el mundo.
El Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de los niños en conflictos armados fue adoptado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 25 de mayo de 2000. El protocolo entró en vigencia desde el 12 de febrero de 2002.
El documento establece parámetros para la protección de los niños y niñas, evitando que sean sujetos de reclutamiento y violencia durante los conflictos armados. El protocolo fue ratificado por 158 países.
¿Qué dice el Protocolo?
Entre los puntos ratificados por el Protocolo Facultativo están:
-No reclutar para la guerra a menores de 18 años.
-Establecer medidas para impedir que los niños y niñas sean reclutados forzosamente, esto incluye la implementación de leyes y medidas que penalicen este hecho victimizante.
-Proporcionar estrategias que deriven en la desmovilización de menores de 18 años que hayan sido reclutados. A su vez, se deben otorgar las herramientas para su recuperación física y psicológica.
Los niños y niñas en Colombia
El capítulo ‘No es un mal menor’ del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición hace referencia a los impactos que trajo la guerra y las violencias contra la población menor de dieciocho años. A través de relatos y testimonios quedó en evidencia las orfandades, ausencias y afectaciones a sus entornos.
La Comisión de la Verdad señaló que la incorporación de niñas, niños y adolescentes a grupos armados tuvo dos etapas:
-1964 y 1989: se tienen los reportes más bajos. En este periodo se documentaron 528 víctimas.
-La segunda etapa fue entre 1990 y 2017, fue la época que concentró la mayoría de las víctimas. En este período se estableció una pena de tres a cinco años de prisión a quienes recluten.
Las cifras de reclutamiento alcanzaron su máximo registro en el 2000 con 1.320 víctimas. En el departamento del Meta se documentó el mayor número de reclutamientos por parte de las FARC-EP, fueron 2.977. La Comisión de la Verdad estimó que en el 1990-2017 hubo 27.101 niños, niñas y adolescentes reclutados. La cifra no es exacta dado que faltan denuncias de víctimas.
Entre los factores que inciden en el reclutamiento de menores están:
-Condiciones de vida precarias.
-Control de dinámicas de los territorios por parte de grupos armados.
-Ineficacia del Estado en la protección de la población.
La Comisión de la Verdad identificó que entre 1990 y 2017 de los 16.238 niñas, niños y adolescentes reclutados, el 11.1 % se identificó como indígena y el 8.6% como afrodescendiente. En el informe expuso que la desescolarización de los niños, niñas y adolescentes hizo que estuvieran más expuestos a la vinculación.
