Transmitir el arte desde el corazón: Asociación Cultural Macatá en el Guaviare

Antes de conocerse, separados por 7.032 km en carretera, y 3443 km en avión, Matías Contreras, de Argentina y Carolina Sánchez, de Colombia, comparten la misma pasión por el arte y los viajes, de modo que cada uno exploraba el mundo por su cuenta. En el año 2015, durante el Carnaval de Barranquilla y luego de que Matías viajará por tierra desde su país para realizar cumbias decembrinas con una agrupación dedicada a este tipo de danza, se conocen: “El amor y la magia nos conectaron de inmediato, entonces empezamos a viajar juntos, recorriendo gran parte de Colombia, un poco de Ecuador, y finalmente llegamos a San José del Guaviare para ayudar a la familia de Caro en el campo”, comparte Matías.

En el parque central del San José de Guaviare se encuentran Matías y Carolina, creadores de la Asociación Cultural Macatá, compartiendo su experiencia como fundadores de esta organización de educadores y profesionales sociales, quienes juntos y juntas, trabajan en proyectos de enseñanza artística enfocados en la cultura de paz, género, ambiente, memoria social y reconciliación en zonas rurales de estos territorios.

Aunque su llegada no tenía como objetivo inicial la creación de una asociación, se miran y recuerdan esos primeros momentos de contacto con la vereda El Boquerón a 1.5 kilómetros del casco urbano del municipio de San José del Guaviare, por la trocha ganadera. “Cuando nos acercamos a la escuelita, nos dimos cuenta de que el estudiantado nunca había tenido contacto con materias e instrumentos artísticos como música, danza, títeres o teatro. Muchos ni siquiera sabían qué eran esos elementos o cómo se veían”. Fue así como Carolina y Matías decidieron voluntariamente trabajar en las escuelas, con el respaldo de la junta de acción comunal, el personal docente, y los tenderos y tenderas, auxiliándoles con recursos claves como gasolina, refrigerios y otros elementos, para tiempo después contar con la alianza de la Gobernación de Guaviare.

De acuerdo al artículo de tesis La Educación Rural en Guaviare: Tensión y proyectos de vida publicada en la Asociación Colombiana de Redes para la Transformación de la Formación Docente en Lenguaje -Red Lenguaje-, la oferta disponible para las instituciones educativas, son las carreras técnicas que ofrecen en convenio con el Servicio Nacional de Aprendizaje –SENA-,  que “no son del agrado de los y las estudiantes, ya que no se ofertan opciones de acuerdo a la ilusión de cada uno, sino uno generalizado que todos deben cursar. Generalmente, los egresados de estos cursos no ejercen por  ser algo impuesto y con poco acceso al mercado laboral”.


Finalmente, la pareja se muda al casco urbano de San José del Guaviare “al darnos cuenta de que gestionar era más sencillo desde aquí, pues también comenzó a llegar mucha cooperación internacional, lo que permitió que el colectivo, porque en ese entonces éramos solo un colectivo, se ampliara significativamente con la unión de otros artistas”, explica Matías entusiasmado.

Como resultado, el trabajo inicia en los internados desde el grado transición y se extiende hasta el grado 11; este enfoque abarca un amplio espectro que involucra a infancias, adolescencias y juventudes. Su abordaje es igualmente diverso, comenzando con la enseñanza, pasando por la investigación, el apoyo social y culminando en la formación del público. Lo anterior se debe a que el municipio “no está acostumbrado a las obras de teatro, de títeres o de espectáculos de danza. De hecho, aquí solo se cree que el entretenimiento es para reírse, algo de payasos, pero no; en realidad nosotros siempre hacemos el deber de que el montaje de cada uno incluya un enfoque que nos deje pensando en las niñas, en la construcción de paz o en cómo cuidar a nuestra naturaleza”. Expresa Carolina.

En este contexto, es pertinente mencionar que el arte juega un papel fundamental en la sociedad, debido a que permite implementarla para generar reflexión, sensibilización y aprendizaje. Carolina comparte que “el arte tiene la capacidad de ayudar a pensar, a hacer conciencia y a solidarizarnos en situaciones, dolores y adversidades que tal vez nunca hayamos vivido, especialmente en contextos como el colombiano, donde la violencia ha marcado a generaciones. Es una forma de transitar la historia y los dolores colectivos”. Lo que permite que las personas, especialmente las y los niños  niños, tengan un espacio seguro para explorar, aprender o conectar con sus emociones y vivencias de una manera profunda.

Entre los ejercicios que se realizan con la población, se encuentra la organización de mapeos corporales a través de los títeres, donde se ha podido identificar maltratos o abusos, físicos y sexuales, “son temas que nunca antes habían podido hablar sino a través de la representación por medio de títeres, ahí nos damos cuenta que es una herramienta increíble para tratar muchas crisis”, expresa Carolina.

Foto: Vladimir Encina

Por otra parte, la actividad realizada en conmemoración del acuerdo de los derechos humanos a nivel mundial, con la obra de Chiribiquete, videografía de expedición al centro del mundo, una obra ganadora de la beca de investigación y creación artística del fondo mixto de San José del Guaviare del año 2023. El cual de acuerdo con Carolina “relata la historia de un niño amazónico que pierde a su familia por el conflicto en la selva, allí muestra el sufrimiento del desplazamiento, la separación y la búsqueda del niño para encontrar a sus padres. Además, se expone la esclavitud en épocas de cauchería y minería en lugares como Colombia, Ecuador, Brasil y Perú”.

Esta historia se entrelazó con el relato del descubrimiento del Chiribiquete, transformando a algunos de los personajes no solo con el objetivo de crear una narración para niños y niñas, sino también para despertar la niñez interior de las personas adultas, ya que las personas mayores se han unido a las actividades. Por otro lado, se buscó que los niños y niñas de Arasá, desarrollaran un respeto profundo hacia los pueblos indígenas que habitan en el barrio, teniendo en cuenta que son desplazados desde el año 2000 y que en el territorio existe la discriminación racial.

El recorrido de transmitir el arte desde el corazón como lo define la pareja, continúa a pesar de los contratiempos que han venido afrontando en su intención de priorizar la ruralidad. Matías aclara que si bien al principio muchos personajes reconocían la labor realizada, desafortunadamente, el apoyo, especialmente el económico, era reducido. En cuanto a las rutas, los trayectos son complejos, el invierno en el Guaviare es fuerte y en ocasiones, han tenido que enfrentar la presencia de actores armados que los intimidan.

Actualmente, pese al Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de Paz,  Guaviare sigue viviendo enfrentamientos de grupos armados, como sucedió el pasado 20 de marzo del 2024 en la nota periodística Tensión en San José del Guaviare por enfrentamiento entre grupos armados realizada por la periodista Shirly Forero Garcés . En adición a esto, Red Lenguaje en su artículo expresa la preocupación acerca de la continuidad en la formación académica, a causa de la distancia de las escuelas del casco urbano y la influencia de grupos armados.

Lea aquí: Tensión en San José del Guaviare por enfrentamiento entre grupos armados

El amor por los niños y las niñas, y el deseo de compartir el arte sigue impulsando a Matías y a Carolina. “Es tan hermoso ver la gratitud y la felicidad en los chicos y chicas, esto hace que a uno se le olvide todo el cansancio del viaje o el miedo de cruzarse con un retén en el camino. Cuando todo eso desaparece, uno se va con el corazón lleno.» Manifiesta Matías.

Permitiendo así que muchos niños y niñas se acerquen para formar parte del proyecto, el cual ha sido un ejercicio itinerante, ya que varios han tenido que irse por diferentes circunstancias. Sin embargo, “nos damos cuenta de que lo que estamos haciendo tiene un impacto muy importante en las comunidades; hemos dejado una huella positiva en muchas infancias y juventudes, porque todo lo hemos realizado en beneficio de ellos y ellas. Y, quizá si generamos alguna incomodidad dentro del municipio, eso también hace parte del trabajo social que estamos realizando”. Comenta Carolina. Teniendo en cuenta que también, han logrado ampliar su llegada a otros territorios fuera de Guaviare, como el Meta.

Por tanto, Carolina y Matías concluyen que el arte tiene el poder de crear una producción en conciencia en las personas, de manera que, cuando lleguen proyectos turísticos y productivos, las comunidades, estén más sensibilizadas y preparadas frente al territorio en el que habitan, como el Guaviare. Adicionalmente, hacen un llamado para que las instituciones y quienes tengan la oportunidad de apoyar o fortalecer procesos artísticos, continúen en estas iniciativas.

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