Primero de mayo, ¿Del Gobierno Nacional o del movimiento social?

Primero de mayo

El primero de mayo ha sido, más allá de las pugnas políticas electorales, un motivo donde la clase obrera exige mejores condiciones laborales y se conmemora la lucha histórica de los movimientos sociales para garantizar posibilidades de acceso a derechos. Ante el panorama de las reformas, la movilización ciudadana continúa siendo el derrotero de los diferentes sectores políticos en el país.

Las marchas han sido un mecanismo histórico para que las personas expresen su descontento o favoritismos por un mandatario, este patrón continúa en el gobierno de Petro y Francia, la “puja” por el control de la narrativa en el espacio público sobre qué tan bien o mal está llevando el rumbo del país el gobierno del “cambio” no se ha hecho esperar.

La última movilización convocada el 21 de abril por sectores tradicionales, de centro y personas que han expresado su descontento por el Gobierno Nacional, logró llenar plazas en varias ciudades y desafío los sectores progresistas en un espacio que naturalmente ha sido de ellos, las calles.

Como respuesta, el mandatario Gustavo Petro hizo un llamado en su cuenta en X, “Le solicitaré este 01 de mayo a los trabajadores y trabajadoras que me permitan hablar en su tribuna de la plaza de Bolívar. Iré como antes, caminando, espero que me acompañen en todo el país, será un caminar por la dignidad laboral”.

Ante esta petición, varios sectores sociales, que históricamente en el Día Internacional del Trabajo, se han reunido para reivindicar los derechos de las personas trabajadoras, tienen diferentes posturas sobre convocar a una movilización como respuesta a la oposición, un Primero de Mayo.

Parte de sindicatos como el de la Confederación General del trabajo -CGT- ha sentado una posición de no participar de la convocatoria, expresando una posible “instrumentalización” de la fecha para respaldo a las reformas del gobierno. “La CGT ratifica que no acudirá a la utilitaria convocatoria del presidente y algunas organizaciones sindicales y sociales afines a sus mandatos para presionar la aprobación incondicional de sus políticas y reformas”.

Por otro lado, sindicatos como la Central Unitaria de Trabajadores -CUT- con mensajes en sus redes sociales de “sí a las reformas sociales, sí a la vida, no al golpe”, han manifestado su apoyo al llamado del presidente, así como la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación -Fecode- y otros gremios que además de marchar en conmemoración de la fecha, ven en el camino de las reformas, la posibilidad de consolidar la lucha histórica que han dado en las calles.

La bancada del Pacto Histórico desde el espacio parlamentario y  público, continúa “defendiendo” las reformas y políticas propuestas que representan el proyecto político de Petro, que hasta el momento, solo ha podido tener respaldo mayoritario en la reforma pensional y otras están en deliberación con un panorama difícil de sortear por la poca capacidad de negociación con sectores políticos que al inicio de este gobierno apoyaron su iniciativa de “cambio”, pero con los efectos del dinamismo de la política, se han venido reorganizando y ahora algunos de ellos y ellas hacen parte de la oposición.

Movimientos sociales y feministas, han puesto sobre el debate público, la necesidad de conservar la fecha del primero de mayo como un día de “la clase obrera”, la cual se debería mantener de forma autónoma indistintamente del gobierno que esté, ya que, según Juana Afanador, lideresa de opinión y feminista, “El 01 de mayo es de la clase trabajadora, insumisa frente al poder, e independiente del gobierno de turno”.

Ante las diferentes voces que sientan una postura sobre las movilizaciones sociales en fechas que han sido históricamente reinvidicativas para los sectores obreros, es importante analizar los impactos de una posible coartación del movimiento social para fines específicos del gobierno,  o si  se podría dejar pasar una de las pocas posibilidades para contrarrestar la avanzada de los sectores tradicionales ante un panorama incierto sobre la viabilidad de gobernabilidad para la aprobación de las reformas en el Congreso de la República. 

Por: Alejandra Mayorga. 

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