Grecia fue la cuna de lo que hoy se conoce como teatro. De hecho, etimologicamente, esta palabra proviene del griego: θέατρον, théatron o “lugar para contemplar” derivado de θεάομαι, theáomai o “mirar”.
En el 600 a.c., durante las fiestas dedicadas a Dionisio, dios de la vegetación y el vino, un grupo de hombres se disfrazaban como sátiros, es decir, criaturas mitológicas que son mitad hombre mitad cabra y representaban historias, al mismo tiempo que un grupo de acompañantes conocido como coro cantaba el Ditirambo (forma lírica coral), un himno a Dionisio generalmente complementado con danzas.
Después, hacia el año 534 a. C., Tespis, dramaturgo y considerado el primer actor en la historia, cambió drásticamente el Ditirambo y el teatro introduciendo elementos básicos como el prólogo, los discursos, máscaras, maquillaje y vestuario. Con todas estas innovaciones, a Tespis se le conoce como el inventor de la tragedia porque marcó un énfasis trágico en los miembros del coro, a los cuales gradualmente convirtió en el primer actor de la obra, pues anteriormente representaban participantes menos activos.
Con el tiempo, el teatro se ha ido adaptando a las épocas, se ha reinventado y ha creado nuevas formas de representar historias. Esta forma de arte ha resultado tan trascendental, que desde hace medio siglo, tiene su día de celebración en el calendario.
El Instituto Internacional del Teatro instauró el 27 de marzo, el Día Mundial del Teatro en 1961. Su primera celebración se dio al año siguiente y fue el poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau quien había sido elegido miembro de la Academia francesa y miembro honorario del Instituto Nacional de Artes y de Letras de Nueva York, quien pronunció el famoso Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro. Cabe aclarar que, es una tradición que en cada conmemoración se elija a un personaje célebre de éste arte, para que dé un discurso el cual es traducido a más de 20 idiomas.
La elección de la fecha fue debido a que, desde 1954, el 27 de marzo iniciaba la temporada en el Teatro de las Naciones de París, evento con en el que se pretendía lograr una comunión entre países después de haber terminado la II Guerra Mundial, en días de la reconstrucción europea.
Declarar un Día Internacional del Teatro, fue necesario para dar a conocer el mundo de las artes escénicas. Es por eso que, durante esta jornada se representan innumerables obras, y eventos para todo tipo de público, en todo el planeta.