Mujeres de municipios PDET son ahora las nuevas agentes de cambio para la transformación social en diferentes municipios del Meta y Guaviare.
Tras ocho de meses de proceso formativo, en el auditorio Corocoras del Parque de la Vida Cofrem, en la ciudad de Villavicencio, se realizó la ceremonia de graduación de las 42 mujeres de la escuela política que formó a mujeres campesinas, jóvenes, lideresas y madres de municipios PDET del Sur del Meta y Guaviare, otorgándoles el título de “Mujeres constructoras de paz y territorios”.
El proceso de formación abordó temas sociales y jurídicos a través de los módulos: Feminismo Comunitario, Comunicaciones, Psicosocial y Módulo Marco Normativo y Político-jurídico, para aportar al conocimiento de políticas públicas con enfoque de género y, a su vez, la implementación de estrategias comunicativas en los territorios.
Karen Grajales de 15 años, hace parte del Consejo Municipal de Juventud – CMJ, es una de las 42 graduadas, proviene del municipio de Mapiripán en el departamento del Meta, y fue una de las participantes más jóvenes que estuvo durante el proceso. “Es muy importante porque podemos llegar a nuestros territorios y transmitir todos los conocimientos adquiridos a la comunidad, especialmente a las mujeres como aporte al empoderamiento territorial y de espacios”, explicó.
El proceso que impulsó la educación de las participantes, también implicó esfuerzos de movilidad. “El reto más grande fue el hecho de que teníamos que viajar desde nuestros municipios de residencia. En mi caso, debía trasladarme desde Mapiripán hasta Granada que, con buen camino, me tomaba de 4 a 5 horas”, explicó Karen.
“El camino ahora es continuar con la escuela en mi territorio, es decir, replicar todo lo que aprendí para que las mujeres nos empoderemos, seamos fuertes, resilientes, sororas, tengamos paz en nuestras vidas y, de esa manera, construyamos un país sin violencia contra la mujer”, contó Karen a El Cuarto Mosquetero, acerca de las tareas que adelantará en su comunidad.
Aliados locales, nacionales e internacionales como la Alianza Global de Ministerios e Infraestructuras para la Paz – GAMIP, la Secretaría de la Mujer y ONU Mujeres, estuvieron presentes durante la ceremonia, recordando que tejer territorio a través de los procesos formativos es una apuesta por la paz, la erradicación y no normalización de la reproducción de las violencias basadas en género.
Eliana Ramírez, coordinadora de la organización Yo Puedo, dijo que, aunque en muchas ocasiones “las mujeres tuvieron que dejar organizado y coordinados sus emprendimientos, labores de cuidado y trabajos para poder tener este tiempo para participación en la formación”, la graduación fue el fruto del trabajo pensado desde la propuesta inicial: educación con enfoque popular.
Los procesos con enfoque de género que se vienen adelantando en territorios de los departamentos del Meta y Guaviare, contribuyen significativamente a la apropiación de espacios políticos por parte de las mujeres y, a su vez, a su reconocimiento como agentes de cambio para la transformación social.
Por: Lina María Hurtado