Las mujeres afectadas por las violencias basadas en género temen denunciar debido al escarnio público y la revictimización en medios de comunicación, sobre todo cuando sus agresores hacen parte de la esfera mediática.
Villavicencio cada vez más se convierte en una ciudad insegura para las mujeres, quienes temen transitar ciertos sectores, tomar transporte público, y hasta salir solas, sin contar que un gran número de ellas no se sienten seguras en sus hogares. Pese a los feminicidios, aumento de abusos sexuales y diversos tipos de violencias que sufren las mujeres de todos los estratos, pero especialmente en las periferias, no parece haber soluciones de fondo para garantizar una vida libre de violencias para todas.
No obstante, también es importante analizar el rol de algunos medios de comunicación y periodistas de la región, quienes en muchas ocasiones promueven estereotipos y prejuicios que perpetúan y justifican las violencias que viven las mujeres dentro de sus contenidos periodísticos; asimismo, utilizan los repudiables hechos a las que han sido expuestas las víctimas, como el camino para viralizar sus publicaciones sin importar el revictimizar a las mujeres al construir contenidos sin ningún tipo de enfoque de género, donde lo importante no es quién es el victimario o el exigir justicia, sino los detalles de lo que vivió la víctima, su rostro y argumentar en qué situación estaba para que le pasara eso. Por último, dentro de sus salas de redacción e inclusive en sus entornos personales, agreden a sus colegas, ciudadanas o parejas, sin que esto afecte en nada su día a día, la contratación con entidades públicas -que se supone promueven la no violencia hacia las mujeres-, y en general, naturalizan las violencias basadas en género y el mensaje de que la justicia no es efectiva en estos casos.
Recientemente, en redes sociales, se publicó una denuncia hacia un reconocido periodista de la ciudad -quien ya había sido acusado con anterioridad- que derivó en un rechazo generalizado del movimiento de mujeres de la capital del Meta, quienes nuevamente trajeron al debate la importancia de que los medios de comunicación tengan un enfoque de género.
Periodista de Villavicencio habría maltratado físicamente a su compañera
James García, mayormente conocido como James Informa, quien ya había sido denunciando por abuso sexual en 2020, volvió al foco mediático luego de que, hace unos días se hiciera público un video en el que su compañera, llorando en el baño dice: “Imbécil, cómo me pega, cómo me trata. Relájese que todo lo que usted me ha hecho lo va a tener que pagar”. Luego la mujer sale y se ve a James acostado sobre la cama, quien advierte a la mujer que si se le acerca, le quita el teléfono, a lo que ella responde: “Haga lo que quiera, ya me volvió mierda”.
Posteriormente, suena un audio en el que James dice: “Me dejo de llamar James, hijueputa (…) ¿Oyó? Voy a mover cielo y tierra, malparida. Ya sabe, vamos a ver, usted no sabe con quién se metió. Y ojalá, no dé ni cinco de papaya”.
Luego de que el video se hiciera viral, James declaró en una de sus historias de Instagram que lo que se había publicado era falso y muestra a la presunta víctima quien mira a la cámara con una sonrisa.
Por su parte, la Veeduría Mujeres Libres de Violencia se pronunció en redes sociales rechazando el hecho y recordando que al periodista “ya se le ha conocido públicamente dos casos de diferentes tipos de violencia contra la mujer”. Asimismo, recalcó que “cada víctima se toma su tiempo para denunciar y que para muchas no es tan fácil y menos cuando hay amenazas de por medio tal y como se evidencia en el video. Lo malo aquí también es que los hombres se creen con el derecho y el poder de agredir a las mujeres”.
Sobre la primera denuncia de presunto abuso sexual a James García: En Villavicencio las mujeres no denuncian por miedo a ser revictimizadas
Violencia en las salas de prensa
Villavicencio se ha convertido en una ciudad insegura para las mujeres, así lo han evidenciado los casos de violencias basadas en género que se han conocido últimamente: Una adulta mayor abusada sexualmente en el asentamiento Parcelas del Progreso, un hombre en condición de calle que violó a una joven bajo un puente sobre el caño Gramalote en el barrio San Fernando -y tiene otras tres investigaciones por el mismo motivo-, y un feminicidio en el barrio Santa Inés, un pastor que tocó indebidamente a una menor de 13 años y un celador que también tocó las partes íntimas de una mujer en el sector del Trece de Mayo. Según la Fiscalía, durante este año se han presentado 1683 casos de violencia intrafamiliar en la ciudad y 2615 en el Meta.
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Pero la problemática no es solo a nivel local. Recientemente, Juan Fernando Barona, periodista quien trabajaba en Noticias Uno, se hizo reconocido en el país luego de que el colectivo feminista Jaracandas hiciera públicos unos videos en los que se le ve propinándole golpes de manera desmedida a quien sería su novia (ahora exnovia), al interior de un ascensor mientras ella está en el suelo, posteriormente es arrastrada hasta el parqueadero de un edificio en compañía de su amigo, que parece estar apoyándolo en la agresión.
Según Jacarandas, la agresión ocurrió el pasado 15 de octubre y habrían dejado con ocho días de incapacidad a la mujer. Tras la presión en redes sociales pidiendo justicia, Canal 1 despidió a Barona quien además fue apartado por la Presidencia del cubrimiento que estaba realizando del viaje de Gustavo Petro a Egipto por la COP27. El periodista también podría ser procesado por los delitos de violencia intrafamiliar, al igual que su amigo por su complicidad en la agresión.
Entre 2015 y 2019, 27.594 niñas y mujeres adolescentes fueron violentadas según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Pero, lo más preocupante es la cifra reportada por el Observatorio de Feminicidios de Colombia que, hasta inicios de septiembre, reportó 445 casos.
Pero la violencia por parte de periodistas no es solo a mujeres fuera de las esferas mediáticas, también la ejercen hacia sus colegas. Recientemente, Llano Siete Días dio a conocer dos casos de abuso sexual que habrían sido cometidos contra estudiantes de la Corporación Universitaria del Meta.
En entrevista con ese medio, el presidente de la Asociación de Periodistas del Meta – Asopemet, Edgar Aroca, declaró que “Tras un convenio que se realizó con Unimeta, varios comunicadores de la región realizamos nuestra profesionalización en esta institución de educación superior, en la que hicimos acercamientos con estudiantes de periodismo (…) Según las estudiantes, el director de esta emisora les pedía favores sexuales a cambio de aprobarles sus prácticas empresariales. Además, les hacía invitaciones inadecuadas y utilizaba términos vulgares con ellas”.
Estos son solo unos de los casos denunciados. Aroca mencionó que durante la Quinta Cumbre de Mujeres Periodistas, que se llevó a cabo a inicios de este año, la directiva de una universidad de la ciudad reveló que suspendieron las prácticas empresariales en una emisora musical de Villavicencio, debido a un presunto caso de acoso sexual hacia una estudiante de periodismo. Al parecer, en ese mismo lugar ya se habían presentado dos hechos de la misma índole.
Según el estudio “Periodistas sin acoso: violencia machista contra periodistas y comunicadoras en Colombia” de la Red de Periodistas con Visión de Género y Conoldo junto a la Fundación Karisma, el 67 por ciento de las mujeres periodistas del país sufren acoso sexual. Los hombres son los principales agresores de esta violencia, en la que el 38 por ciento es ejercida por parte de jefes y un 27.2 por ciento por las fuentes.
Además, según el reporte, el 73 por ciento de las comunicadoras han vivido violencias psicológicas en el ejercicio de la profesión, especialmente en los espacios digitales, donde el 24 por ciento ha recibido humillaciones, gritos y manipulaciones, mientras otro 14.5 por ciento fue acosado por peticiones sexuales.
Medios de comunicación revictimizan a mujeres que denuncian
Los medios de comunicación también tienen responsabilidad, sobre todo a nivel social teniendo en cuenta la influencia masiva sobre sus audiencias. En varias ocasiones se ha visto cómo estos revictimizan a las mujeres que se atreven a denunciar.
Un ejemplo es el de la estudiante de Administración de Empresas de la Universidad de los Llanos, que el pasado 8 de noviembre fue secuestrada cuando iba en su vehículo a comprar el carbón que usa para su puesto de venta de arepas. La víctima habría sido obligada a conducir hasta el sector ecológico de la urbanización La Madrid. Una patrulla de la Policía halló el vehículo a una orilla de la vía y al interior a la mujer, quien manifestó haber sido abusada sexualmente, por lo que fue trasladada a un centro de salud para recibir la atención requerida.
La noticia fue difundida como primicia en algunos medios digitales locales con información imprecisa y revictimizando a la joven agredida, por lo que la familia pidió discreción y respeto. Sin embargo, poco después el hecho fue publicado en medios de comunicación nacionales con titulares humillantes, exponiendo la foto de la víctima y con detalles innecesarios sobre lo ocurrido.
Otro caso que causó revuelo entre medios de comunicación y que terminó con revictimización mediática es el de Yolima Carrero, defensora de los derechos de las mujeres, quien denunció en 2020 al alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, por acoso sexual ante la Asamblea Departamental, durante un debate de control político que se llevaba a cabo a la Secretaría de la Mujer de la Gobernación del Meta.
Poco después Yolima convocó a una rueda de prensa para hablar públicamente de su denuncia, pero allí algunos periodistas, sin tener un veredicto judicial, empezaron a cuestionarla con interrogantes victimizantes: “¿Por qué esperó hasta ahora para hacer la denuncia?”, “Dicen que usted está haciendo todo esto porque quería el cargo de Secretaria de la Mujer”, “¿Usted no tenía pareja sentimental?”, “¿Usted acaso no es mayor que el Alcalde?”.
La investigación cerró y Yolima tuvo que exiliarse.
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Con frecuencia, según colectivos feministas de la ciudad, las mujeres que se atreven a denunciar son expuestas por los medios de comunicación que, a falta de un enfoque de género y las ansias de viralización y movimiento en sus redes sociales, terminan por revictimizar a las agredidas. La problemática es tal, que ONU Mujeres Colombia se ha pronunciado al respecto. “Desde el periodismo se puede revictimizar y reproducir violencia contra mujeres y niñas desde un «simple» titular. Los medios de comunicación son clave para cambiar la narrativa que culpa a las víctimas”, declaró en redes sociales.
Además, la investigación Enfoque de género en medios digitales de Colombia, recomienda a los medios de comunicación tener presentes las normas internacionales para la sociedad y el Estado sobre cómo brindar información o realizar contenido. También resalta El Punto J de la Plataforma de Beijing (1995) que menciona la importancia de “Fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en los medios de difusión”. Es decir, que considera que los mass media deben generar una política activa que añada el enfoque de género en sus programas y políticas.
La ciudadanía manifiesta indignación
Familiares y amigos de las víctimas junto a diferentes organizaciones feministas de Villavicencio, han convocado a marchas y plantones exigiendo justicia, garantías de seguridad para las mujeres y la debida implementación de la Ruta de atención a las que han sido víctimas de violencia basadas en género.
Además, precisamente al estar identificada la necesidad de que los medios de comunicación aporten a la erradicación de violencias hacia todas, en vez de profundizarlas, se adelantará el primer Conversatorio de medios por la eliminación de violencias contra la mujer, iniciativa de la que se excluyó al periodista James García, dadas las conductas que estaría teniendo contra las mujeres, según reza un comunicado de las y los organizadores. El evento se llevará a cabo el 24 de noviembre.
¿Qué hacer si estás en un caso de emergencia?
Recuerda que si estás siendo víctima de violencia física, psicológica, económica o sexual, puedes llamar a las líneas:
122 de la Fiscalía General de la Nación
155 de orientación a mujeres víctimas de violencia
3186531808 – Línea local con atención las 24 horas
Si tienes dudas o problemas al acceder a la Ruta de atención de mujeres víctimas de violencia, puedes contactar a la Veeduría de Mujeres Libres de Violencia al 3223803522 o 3209909565.