
La juventud calamarense se hace partícipe en el Catastro Multipropósito
Para este municipio guaviarense profundamente afectado por el conflicto armado, este inventario predial resulta esencial para avanzar hacia la construcción de paz.
Calamar es un territorio ancestral, habitado originalmente por comunidades indígenas, pero arrebatado por la colonización hacia 1890, durante la fiebre de la explotación cauchera. Desde entonces, la disputa por la tierra ha sido una constante, convirtiéndose en un problema estructural con dimensiones históricas, económicas y de seguridad que aún persisten.
A mediados del siglo XX, numerosos campesinos y campesinas llegaron a Calamar huyendo de la violencia en otras regiones del país, en busca de tierras para trabajar. Sin embargo, muchas de estas tierras fueron declaradas zonas de reserva forestal, generando tensiones con el Estado. Desde 1997, Calamar forma parte de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) “La Guardiana del Chiribiquete”, ubicada en la región amortiguadora del Parque Nacional Natural Chiribiquete.
La disputa por la tierra se intensificó con la llegada de grupos armados ilegales, en especial las FARC, que por décadas controlaron grandes extensiones de tierra en Guaviare, incluyendo Calamar. Durante su dominio, regularon la producción agrícola y fomentaron el cultivo de coca. Aunque la firma del Acuerdo de Paz en 2016 trajo una breve calma, el territorio sigue siendo escenario de enfrentamientos entre disidencias de las FARC y otros actores armados, lo que ha dificultado la implementación de la Ley de Restitución de Tierras y el retorno de las víctimas.
El interés por el control territorial en Guaviare está estrechamente ligado a la fertilidad de sus tierras, ampliamente utilizadas para la producción de coca. En su momento, el Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) representó una esperanza para el campesinado que depende de estos cultivos para su sustento. Sin embargo, las fallas en su implementación profundizaron la desconfianza en el Estado, dejando la problemática sin resolver.
Además, en los últimos años, la expansión de la frontera agrícola, impulsada por la ganadería y el cultivo de coca, ha provocado una alarmante deforestación en la región. A pesar de los programas de sustitución de cultivos y conservación ambiental, las dificultades persisten, evidenciando la complejidad del conflicto por la tierra en Calamar.
Ante este panorama, se ha vuelto fundamental que las comunidades comprendan la importancia del Catastro Multipropósito, un inventario detallado de los bienes inmuebles del territorio nacional, tanto públicos como privados. Este catastro busca actualizar y clasificar la información física, jurídica y económica de los predios con criterios técnicos y objetivos.
En el marco de sus Escuelas Itinerantes de Comunicación para la Paz, El Cuarto Mosquetero llegó a Calamar, este 27 de marzo, para realizar un taller sobre el Catastro Multipropósito con jóvenes de la Institución Educativa Carlos Mauro Hoyos, incorporando un enfoque comunicativo y radial.
Al iniciar el taller, se explicó a las y los estudiantes el contexto del Acuerdo de Paz de 2016 y cómo este incorporó el enfoque ‘Multipropósito’ al Catastro, permitiendo no solo la actualización y difusión de la información de los bienes inmuebles, sino también la integración de datos físicos, jurídicos y económicos en un sistema interconectado con información territorial de índole ambiental, social, económica y étnica.
La información geográfica generada debe servir como un insumo fundamental en la formulación e implementación de políticas públicas y en la toma de decisiones a nivel gubernamental, desmitificando la idea de que el catastro está únicamente relacionado con el impuesto predial.
A través de ejercicios prácticos, se explicaron las características del Catastro Multipropósito (físicas, económicas, jurídicas y sociales). Se dividió a las y los participantes en grupos y cada equipo seleccionó un representante al que debían identificar mediante una memoficha con sus características.
Posteriormente, se explicaron las funciones de las entidades involucradas en la gestión catastral. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Agencia Nacional de Tierras son responsables de recolectar información sobre los predios mediante los operadores catastrales, mientras que la Superintendencia de Notariado y Registro garantiza la uniformidad y precisión de los datos inmobiliarios.
Para complementar el aprendizaje, se realizó un taller de radio en el que se abordó la importancia de este medio en la ruralidad. Se destacó su papel en el acceso a la información en zonas sin internet, el fortalecimiento de la identidad cultural y la conexión entre comunidades dispersas.
Además, se llevaron a cabo ejercicios de dicción, modulación y velocidad a través de trabalenguas y dinámicas lúdicas, como el juego “Tingo, tingo, tango”, en el que los estudiantes improvisaron discursos sobre objetos aleatorios. También se introdujeron conceptos técnicos como el guion, el sonido y el tono, que sirvieron de base para la creación de un programa radial titulado ‘Aprendiendo sobre el Catastro Multipropósito’. Este programa, sería parte de la emisora estudiantil ‘Tu voz, tu historia, tu poder’, y se estructuró en cuatro capítulos:
- Qué es el Catastro Multipropósito
- Características del Catastro Multipropósito
- Actores catastrales y sus roles
- Importancia del Catastro Multipropósito
Con la participación de la juventud calamarense en este proceso, se evidencia la necesidad que las nuevas generaciones de comprender y apropiarse de herramientas clave para la gestión de su territorio. A través del Catastro Multipropósito, las y los participantes adquierieron conocimientos esenciales sobre el ordenamiento territorial, la tenencia de la tierra y la importancia de una planificación estructurada. Además, con la integración del componente radial, se fortaleció su capacidad de comunicación y les permitirá compartir esta información con la comunidad.