Bocas de Ceniza, en Barranquilla, es una zona difícil debido a distintos factores. Esta área es la desembocadura del Río Magdalena en el Mar Caribe y desde allí surgen diversas preocupaciones relacionadas con el ambiente, la economía e incluso problemas de ingeniería.
La principal problemática surge por la sedimentación que se genera debido a la cantidad de sedimentos que transporta el río, los cuales se acumulan en la desembocadura dificultando la navegación de los barcos para llegar al puerto. Es tanta la dificultad que se considera a Bocas de Ceniza como uno de los puntos más complicados de navegabilidad en todo el mundo. Es tanto así que entre 2010 y 2014 hubo encallamiento de 14 buques en la zona.
Por otro lado, para los pescadores se ha tornado cada vez más complicada la pesca. Ha sido tan difícil que ya evitan la pesca en mar abierto y han optado por la pesca litoral, lo cual no los exime de riesgos al momento de realizar su labor, de la cual dependen para vivir. Además, se suman los problemas de corrientes y oleaje que generan los tajamares construidos en el río para darle más cauce. Esta situación tiene un impacto significativo en la subsistencia y el bienestar de los pescadores que viven y trabajan en esta área.
