A partir del presente mes, el impuesto a este tipo de alimentos impactará el bolsillo de quienes los consumen, según lo estipulado en la reforma tributaria.
El consumo de alimentos azucarados artificialmente -especialmente de bebidas industrializadas y alimentos ultraprocesados-, son la principal fuente de obesidad en los y las ciudadanas. Es por eso que, la Corte Constitucional avaló la implementación de impuestos en este tipo de comestibles, a través del artículo 54 de la reforma tributaria del Gobierno Nacional.
Este gravamen que se suma al resto de medidas saludables y busca regular el consumo masivo en contextos escolares, entrará en vigor a partir de este mes, convirtiendo a Colombia en uno de los países donde esta norma ya está vigente, “con el propósito de desincentivar el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados que pueden generar obesidad, sobrepeso y otras enfermedades no transmisibles asociadas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares”, como se afirmó en un comunicado emitido por la Presidencia de la República.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud – INS, se reportaron 17.036 casos de desnutrición aguda en el país. Asimismo, conforme a la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional, en Colombia casi el 25% de los niños tiene exceso de peso, y el 17.7% de los adolescentes tienen riesgo de sobrepeso y obesidad.
Como parte de los compromisos adquiridos por Colombia con el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud – OMS, la OCDE y Unicef, está esta política de salud pública. “Con estas medidas saludables queremos migrar hacia un mayor consumo de agua pura; y de los comestibles ultraprocesados al consumo de más frutas, verduras y alimentos reales y naturales”, explicó Carolina Piñeros, directora de Red PaPaz.
Se prevé que este impuesto le permitirá recaudar al Gobierno Nacional, un aproximado de $5.7 billones en 2024 y $7.5 billones en 2026.
De acuerdo con la directora de Red PaPaz, uno de los objetivos de este impuesto es que “le generen más recursos al Estado para atender a las personas que se enferman por enfermedades asociadas al consumo de este tipo de productos perjudiciales para la salud”.
Datos alarmantes
De acuerdo con el informe emitido por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF, “las responsabilidades de la adultez afectan en muchos casos la alimentación, dedicándole poco tiempo, consumiendo más alimentos procesados y menos comidas preparadas en casa”.
Según la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional realizada en el 2015, siete de cada 100 menores en edad escolar presentan desnutrición crónica; 30 de cada 100 menores indígenas presentan este problema, mientras que la situación se extiende a 11 de cada 100 niños de los hogares más pobres del país.
Esta misma encuesta arrojó que el exceso de peso en los menores en edad escolar aumentó de 18,8% en 2010 a 24,4% en 2015. Asimismo, evidenció que uno de cada cinco adolescentes presentan exceso de peso.
Finalmente, este informe realizado en el 2015 arroja que la obesidad es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Se espera que con estas medidas la calidad de vida mejore, los hábitos alimenticios se transformen, y los índices de obesidad y desnutrición disminuyan.