POR: MARÍA CAMILIA SÁNCHEZ #ElCuartoMosquetero
Hoy, como cada 08 de marzo, se felicita, celebra y recuerda a las mujeres su existencia, pero en realidad, esta fecha no es para celebrar, es para conmemorar un suceso que marcó un hito en la lucha de la mujer por sus derechos. No felicitamos a las mujeres por ser lindas, generosas, sumisas, tiernas, amorosas, buenas madres. No, conmemoramos a las 140 mujeres que perdieron la vida en un incendio de una fábrica de Nueva York. Es una fecha para evaluar la condición y posición de las mujeres en cada país, ciudad, municipio y departamento.
En un país como Colombia a puertas del posconflicto, aun no se visibiliza del todo las problemáticas que aquejan a la mujer, ¿será acaso que la violencia contra la mujer es menos importante que la del conflicto armado? Hay que exigir al estado que implemente políticas públicas enfocadas en la equidad de género.
Conmemorar el 08 de marzo de cada año es comprender y reflexionar si luchamos por nuestros derechos pero vulneramos los de otras mujeres. De buscar a su vez, la destrucción de estereotipos e ideales que obligan o inducen a la mujer a permanecer ligadas a un modelo utilizado para calificarlas o cosificarlas dentro de cuerpos hegemónicos de belleza. Es recordar que conmemorar el día de la mujer no es molestarse porque un hombre no nos ofrezca una silla en el transporte público; ser mujer no es una discapacidad. No significa que nos tengan que abrir la puerta del carro o que el hombre pague la cuenta del restaurante. Es exigir contar con las mismas garantías y responsabilidades laborales, económicas y familiares.
Sin embargo, hay mujeres que abusan del poder igual o peor que los hombres, olvidando que hombres y mujeres nos complementamos, ayudamos, coexistimos para una persistencia y un mejor mundo que dejarán a las generaciones que se avecinan.