La fabricación de plástico en el mundo, ha generado que la capa de ozono, y todo el planeta en general sufra alteraciones; Jan Zalasiewicz, profesor de Paleobiología de la UoL. Asegura que “Actualmente producimos casi mil millones de toneladas de material plástico cada tres años”.
Si todo ese plástico estuviese unido como una manta, ésta cubriría totalmente la superficie de la tierra, si lo pensamos bien, es muchísimo material y ahí no termina, porque cada año la demanda es mayor.
La mayoría de objetos que nos rodean son de plástico; botellas, sillas, juguetes, bolsas, incluso los teléfonos celulares. Y hay tantos productos, que si no terminan en la basura, lo hacen en la tierra y muchas veces llega a los mares, provocando muerte prematura de animales marítimos y aves, pues generalmente terminan comiéndolos.
Investigadores del CSIRO, la agencia científica nacional de Australia y del Imperial College de Londres; afirman que, teniendo en cuenta las cifras, en 1960 se encontró material sintético en el intestino del 5% de las aves marinas, para el año 2010, esto había aumentado al 80%, por esto deducen que para el año 2050, el 99% de todas las especies de aves marinas estarán afectadas si se continua con esta tendencia. También pájaros como los pingüinos, ingieren objetos de colores brillantes confundiéndolos con comida y de igual forma que las aves marinas, este elemento queda en sus intestinos, produciendo baja de peso e incluso la muerte.
El llamado es a comprender que el plástico además de ser un elemento difícil de degradar, no es saludable para el medio ambiente, y se hace necesario cambiar nuestros estilos de vida, utilizar materiales reciclables o biodegradables y hacer un proceso reflexivo de hábitos de consumo, para aportar en la protección de las fuentes hídricas y del planeta tierra.