En cada una de las veredas PNIS las quejas según los productos que les llegaron variaban, pero en últimas el trasfondo era el mismo: precios elevados, productos en mal estado y/o elementos que no habían solicitado.
“Muchas cosas que los beneficiarios solicitaron no llegaron y a muchos se les cambió el plan de inversión, ejemplo, yo pedí una licuadora manual y me llegaron seis varillas Copperweld que son las que utilizan en cercas eléctricas, independientemente que mi línea productiva sea café y me llegaron esas varillas. Muchas personas pidieron concentrado para aves y les llegó cal dolomita. Fueron infinidad de cosas que llegaron mal. Las tejas de zinc, la mejor que hay en el mercado es de calibre 33, llegaron una cantidad de tejas determinadas y para los núcleos más lejanos llegaron tejas sin marca y de otros calibres”, contó a El Cuarto Mosquetero uno de los técnicos del PNIS en el Meta.
Ejemplo de ello fue lo que le sucedió a habitantes de la vereda La Reforma en Vista Hermosa, quienes no recibieron lo que pidieron o le llegaron productos que no se dan en la zona, como en el caso de las semillas «semillas sí cualquier cantidad, hasta de lo que no se da por acá. Por ejemplo, a mí me dieron 4 kilos de frijol bola, pero eso no se da por acá, eso se da en tierra fría, la verdad yo las regalé para que los llevaran a tierra fría donde viven unos hijos míos” reconoce la lideresa.
A su vez, líderes del proceso de sustitución denunciaron que los productos llegaron sin certificado de garantía, así que, por ejemplo, cuando recibieron motores o motobombas y no prendían, debían luego buscar cómo repararlas. Algunas personas no las recibieron, les hicieron firmar un acta, pero luego no les llegó nada.
En otras ocasiones, las familias decidieron recibir lo que les dieran sin mayor queja, pues consideran que, si el Estado nunca antes había hecho presencia con éste tipo de proyectos, no iban a desaprovechar la posibilidad de recibir cualquier cosa que llegue. “Algunos de la veeduría decían que no estaban de acuerdo con recibir los productos, pero en socialización gran parte de la población dijo nosotros siempre hemos estado abandonas por el Estado cualquier cosa que llegué, yo le echo mano”, afirmó un líder del sur del Meta a El Cuarto Mosquetero.
Lo que sí es cierto es que, en el sur del Meta aunque las familias querían recibir pollos y cerdos, o en general, animales para ir construyendo un proyecto productivo, la oficina del PNIS siguiendo las recomendaciones del ICA decidió abstenerse de entregarlos, así que desde El Cuarto Mosquetero no recibimos denuncias como las que sí nos hicieron llegar en lugares como por ejemplo, Puerto Nuevo, Guaviare, donde los pollos y cerdos después de unos días de entregados se murieron –que es una realidad en varias partes del país-, y el valor por el que recibieron los animales básicamente era por el que deberían venderlo, por ende se quedaban sin posibilidades de obtener ganancias.
Quizá en el único lugar donde no denunciaron sobrecostos y mala calidad en los productos fue en Uribe, o por lo menos en la última entrega que se adelantó en La Julia, en el mes de noviembre del 2020 y a la que fuimos a hacerle verificación, nos manifestaron que los productos recibidos eran de alta calidad y que habían llegado completos. Sólo reiteraron que, los retrasos seguían siendo una constante que no dejaba que avanzara realmente el proceso de sustitución.
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