Por: Camila Andrea Huertas Chimbí
Este miércoles 3 de abril, se desarrolló en Villavicencio el primer Foro Hablemos de verdad: Los retos de la verdad en medio del conflicto. Víctimas, Instituciones, excombatientes, ex secuestrados, líderes de resguardos indígenas, y comunidad en general hicieron parte del evento.
El foro contó con un panel de personas que representaban todas las aristas de la guerra en el país, que respondieron a preguntas específicas sobre esa “Verdad” que se busca esclarecer en el marco del proceso de paz. Cada cual, desde su posición explicó de qué manera podían aportar y qué importancia tiene lograr esa verdad tan necesaria para las víctimas, que además ayuda a sanar, cicatrizar y contribuye a todo el proceso.
El evento se desarrolló en el Hotel Estelar, y fue organizado por el periódico El Espectador, en la iniciativa Colombia 2020 en su capítulo Colombia en Transición, en asocio con la Unión Europea y el apoyo de la Embajada de Alemania. Los Panelistas respondieron a diferentes preguntas realizadas por Gloria Castrillón, Directora Editorial de Colombia 2020.
Los panelistas fueron: Alfredo Molano: Comisionado de la Verdad, Isabela San Roque: Excombatiente de las FARC, Henry Ramírez: Sacerdote, Eduardo Espinel: Presidente del Comité Intergremial del Meta, Lina Marcela Álvarez: Colectivo de comunicaciones Cuarto Mosquetero, Balbina Niño Briceño: Líder de víctimas Caño Jabón, Sargento Mayor César Lasso: Ex secuestrado de las FARC – Raiza Parra: Mujer trans defensora de DDHH, Libia Epe: Gobernadora Cabildo Indígena Nasa en Mesetas, Manuel de Jesús Pirabán: Excombatiente de AUC. La introspección de la jornada estuvo a cargo de Germán Plata, representante de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ.
El encuentro estuvo cargado de relatos conmovedores de víctimas que han sufrido por décadas el dolor de sus familiares muertos y desaparecidos, la impotencia de ser despojados de sus tierras, de haber sido victimizados no sólo por las FARC o los Paramilitares, también de haber estado a merced del ejército, que en repetidas ocasiones abusó mucho más que los actores armados ilegales.
Durante la intervención del Sacerdote Henry Ramírez, párroco del municipio del Castillo y defensor de Derechos Humanos, se realizó un ejercicio de cercanía con el otro. Un momento en que todos los asistentes tuvieron que mirar fijamente los ojos de su compañero de al lado y reconocer su papel dentro de este proceso.
La importancia de la participación de múltiples aristas del conflicto, hace aún más cercana la posibilidad de lograr el esclarecimiento de esta verdad subcutánea que aún existe en el país. Este trabajo está en manos de todos/as, así lo afirmó Gloria Castrillón, Directora Editorial de Colombia 2020. “La certidumbre de la implementación de este acuerdo, está en todos y cada uno de los colombianos que están interesados en hacer posible la paz”.
Lina Álvarez, panelista de la mesa, hizo una reflexión y afirmó “Como colectivo queremos mostrar una verdad que está sucediendo en el campo, en las ciudades, en los sectores populares para que todos podamos vivir dignamente” De esta manera, se reflejan las ganas que tienen también diversos actores/as de la sociedad, de construir esa paz que no sólo está en los territorios rurales, sino que también se construye desde las instituciones educativas y los barrios.
El padre Henry Ramírez, aseguró que es necesario apostarle al trabajo en conjunto, así no haya voluntad política por parte del gobierno. Y este trabajo se hace tejiendo puentes, entre la institucionalidad y las víctimas. Ayudando a evitar el viacrucis institucional que tienen que padecer estas personas que buscan a sus familiares desaparecidos, pero que en muchas ocasiones se encuentran con desarticulación y omisión que imposibilitan acercarse a la verdad.
Este también fue un escenario de perdón, en donde los representantes de las víctimas pudieron relatar todo lo que ha ocurrido en sus territorios y que no siempre son escuchados. Municipios como Mapiripán, los resguardos indígenas del municipio de Mesetas, o caño Jabón en Puerto Gaitán fueron territorios fuertemente azotados por este fenómeno de violencia, en donde hay víctimas con su dolor a flor de piel, quienes llevan exigiendo justicia por años, pero a las cuales no les ha llegado. Manuel de Jesús Pirabán (Alias Pirata) e Isabel San Roque aprovecharon el espacio y pidieron perdón públicamente a todas las víctimas que sufrieron por sus actos y se comprometieron de manera acérrima a contribuir desde sus papeles de desmovilizados a la construcción de esa verdad necesaria para el país.