El inicio de nuestro acueducto se remonta al año 1983, cuando unos señores liderados por el señor José Romero, la señora Rosalba Castañeda y otras personas, empezaron a diseñar los caminos del nuevo acueducto del barrio Villa Oriente. Un fuerte aguacero se había llevado el tanque de abastecimiento, así que ellos y ellas se llevaron los materiales al lomo, al hombro. El trabajo que hacían durante largas jornadas estaba lleno de esfuerzo y pesares porque el terreno era muy pendiente y a veces se caían llevando los materiales. No adentraron caballos por los senderos, todo fue con energía humana; el bulto de cemento debía llevarse por mitad y los bloques por pares. La travesía duró meses, lo único que no debió llevarse al hombro fue la arena, porque la encontraron en el camino. Después hicieron una perforación a la roca en la parte de arriba de la bocatoma para que se pudiera captar el agua desde la fuente y no perder una gota del preciado fluido en temporada de verano. Siempre se obtuvo el agua respetando las captaciones permitidas por Cormacarena.
Para conseguir los recursos hacían bazares y todo tipo de actividades, con lo recaudado compraban los tubos y mangueras que más adelante fueron remplazados por tubos de tres pulgadas. El tanque que hay en la actualidad, se consiguió hace 20 años, es más grande y estamos contemplando la posibilidad de ampliarlo e impermeabilizarlo con el fin de cubrir las necesidades del barrio. El tanque de Caño Cristal es más reciente y esa fue una de las últimas actividades que realizó la Junta de Acción Comunal, este es más pequeño pero la fuente hídrica es la veranera, ya que durante esta temporada tiene agua. Pero el gozo que hemos tenido por ser gestores de nuestro propio recurso hídrico, ha sido opacado por la arenera Villa Alix, pues a causa de sus actividades extractivas el afluente que nos abastece del líquido vital se ha contaminado.
Actualmente somos 300 familias las que nos beneficiamos de la gestión comunitaria del agua y nos encargamos de mantener nuestras fuentes hídricas limpias y con buena presión para llevar el fluido a cada usuario y usuaria.
Si quieres conocer más historias de los acueductos comunitarios en Villavicencio, échale un vistazo a la revista realizada por ACER con apoyo de Censat Agua Viva Amigos de la Tierra Colombia y Terre Des Hommes, bajo la edición de El Cuarto Mosquetero. Puedes descargarla aquí: Lucha y resistencia por la gestión comunitaria del agua en el Meta