
Campesinado acusa a Juan Guillermo Zuluaga de estigmatizar el II Encuentro Nacional por la Paz con Justicia Social
Participantes de la reapertura de la Mesa de Diálogos de Paz en los Llanos del Yarí rechazaron las declaraciones del exgobernador del Meta, a quien acusan de desinformar sobre la convocatoria y de estigmatizar históricamente al movimiento campesino.
El pasado 22 y 23 de agosto, los Llanos del Yarí volvieron a ser escenario de esperanza y movilización social. En la inspección El Diamante, del municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, cerca de 23 mil personas se reunieron en el marco del II Encuentro Nacional por la Paz con Justicia Social, convocado por la Mesa de Diálogos entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central – EMC de las FARC-EP.
El encuentro, precedido por una reunión preparatoria realizada el 15 de agosto en la inspección de Las Damas, se desarrolló en dos jornadas continuas, de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., y congregó a delegaciones de la ruralidad, líderes y lideresas sociales, guardias indígena y campesina, presidentes/as de juntas de acción comunal, representantes veredales, entidades estatales, voceras del Gobierno y delegados del EMC.
Bajo el lema “Las comunidades y sus organizaciones por la paz con justicia social – insumos comunitarios para el VII ciclo de la Mesa de Diálogos”, los y las participantes trabajaron en 10 mesas temáticas que abordaron la agenda nacional de paz, además de una mesa especial dedicada a asuntos étnicos. Los temas discutidos fueron:
- Transformaciones territoriales
- Tierra, territorio y Zonas de Reserva Campesina – ZRC
- Paz ambiental
- Asuntos económicos, laborales y sociales
- Asuntos políticos, corrupción y cultura de paz
- Derechos de poblaciones vulnerables y de especial protección
- Modelo de justicia y derechos de las víctimas
- Conflicto, seguridad y armas
- Marcos normativos y relaciones internacionales para la paz
- Asuntos étnicos
Las declaraciones de Juan Guillermo Zuluaga
El 25 de agosto de 2025, Juan Guillermo Zuluaga Cardona publicó en redes sociales un video en el que afirma que las y los campesinos fueron obligados a asistir al encuentro por órdenes de Calarcá en varios departamentos, especialmente en Meta y Caquetá. “Me parece una sinvergüencería, que de manera cómplice del Gobierno, mande representantes allá, donde talaron árboles e hicieron una fiesta”, afirmó el exgobernador del Meta.
El video fue publicado por Zuluaga en plena campaña electoral, pues actualmente es precandidato a la Presidencia de Colombia, y en diversas ocasiones ha denunciado el deterioro de la seguridad durante el Gobierno Petro y propuesto derogar la política de «Paz Total».
Según Nuestro Llano TV, la secretaria de Gobierno del Meta, Andrea Lizcano, confirmó que las y los presidentes de Juntas de Acción Comunal de Mesetas, Vista Hermosa y Uribe fueron obligados bajo amenazas por las disidencias de alias ‘Calarcá’ a participar de los Diálogos de paz.
De acuerdo con Lizcano, las disidencias advirtieron que quienes no asistan deberán pagar multas impuestas por la organización criminal, generando miedo entre los líderes y lideresas sociales y la población. Ante el riesgo, tras un consejo de seguridad se ordenó que la Defensoría del Pueblo del Meta acompañe a las y los presidentes comunales en medio de este complejo escenario.
El medio local también afirmó que el alcalde de Mesetas, Carlos Pulgarín, denunció la situación al Gobierno Nacional, pero hasta el momento no ha habido pronunciamiento oficial.
“Mientras tanto, la comunidad teme por su seguridad en un encuentro al que se espera asistan más de 10 mil personas bajo presión armada”, puntualizó el medio, una afirmación que para algunos y algunas campesinas, incurrió en un tono estigmatizador hacia las comunidades, reforzando la idea de que su participación obedece exclusivamente a la presión armada, en lugar de reconocer la diversidad de voces y el interés real que muchos sectores sociales tienen en los procesos de paz.
El pronunciamiento de COSCOPAAS
Incluso, a través de un comunicado la Coordinadora del Sur Oriente Colombiano para los Procesos Agrarios, Ambientales y Sociales – Coscopaas, se pronunció tras las declaraciones de Zuluaga, aclarando que la convocatoria se hizo de forma amplia, abierta y voluntaria a través de las JAC, organizaciones campesinas, indígenas, de derechos humanos, mujeres y jóvenes, así como la delegación del Gobierno. Reiteró que el objetivo fue presentar problemáticas, propuestas y exigir el cumplimiento de lo acordado, además de garantizar la inclusión del campesinado en la mesa de paz.
Coscopaas aseguró que el ambiente del evento reflejó alegría, esperanza y compromiso, no coerción, y que quienes difunden lo contrario buscan desinformar y deslegitimar el proceso de paz.
“Recordemos que no es la primera vez que este señor señala y estigmatiza a la comunidad campesina”, dice el comunicado sobre Zuluaga, recordando hechos como el paro campesino de 2013, cuando era alcalde de Villavicencio, y la protesta social de 2021, siendo gobernador del Meta, en los que estigmatizó la protesta social y catalogó al campesinado como guerrilleros, desconociendo sus procesos organizativos.
Finalmente, las y los líderes campesinos exigieron respeto al exfuncionario, lo responsabilizaron de cualquier riesgo a la vida e integridad de quienes trabajan por la paz y rechazaron sus intentos de desprestigiar a las organizaciones sociales en los territorios.
La realidad del encuentro desde las voces campesinas
Jeferson Parrado, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Nueva Colombia, en el municipio de Vista Hermosa, Meta, señaló que, aunque en las mesas de diálogo se abordaron distintos temas, hay tres asuntos que atraviesan de manera central a las comunidades: la titulación de tierras, la inversión social por parte de las instituciones y la protección del ambiente.
Otra situación importante para el presidente de la JAC, fue la de las ZRC, que son figuras fundamentales para las formas organizativas del campesinado. “De alguna u otra manera nos han echado la culpa a nosotros los campesinos de ser los contaminadores del medio ambiente, pero la realidad es otra. La realidad no es tanto porque el campesino tale, no es tanto porque el campesino o la vaca contamine, sino es porque el Gobierno ha ido vendiendo el territorio (a multinacionales)”, expresó Jeferson, explicando que, a través de las ZRC, las y los campesinos pueden avanzar hacia un trabajo digno y convertirse, a su vez, en guardianes de la naturaleza. En esa línea, destacó: “Necesitamos proyectos productivos y sostenibles, que ayuden a proteger al medio ambiente pero que también den garantías al campesino para poder sostenerse, para poder vivir en paz, para poder suplir sus necesidades”.
El líder comunitario también recalcó la necesidad urgente de un cese al fuego bilateral, sobre todo en el marco de las negociaciones. “No es posible que se dialogue en medio de una guerra, una guerra que lo único que ha hecho es que se maten los hijos de los pobres, de los campesinos. Porque realmente, el muchacho, el soldado que está allá es hijo de un pobre, no es hijo de un rico. Lo mismo pasa con cualquier grupo armado (ilegal) que exista dentro del territorio”, señaló Parrado.
En cuanto a la lucha contra la corrupción, se propuso eliminar la intermediación en la ejecución de proyectos de inversión social. “Se hizo la propuesta de que sea por medio de las JAC o por medio de las asociaciones que hay en los territorios, para que realmente llegue esa platica (…) porque lo que es el alcalde, el gobernador, el concejal, el senador, todos quieren coger un poquito y nunca llega nada a los territorios”, explicó Parrado.
Para Edilberto Daza, de la Fundación por la Defensa de los Derechos Humanos y el DIH en el Oriente y Centro Colombiano – DHOC, el momento más importante del encuentro fue la reactivación de la Mesa de Diálogos, pero con un nuevo matiz, pues considera que “la incidencia ahora está en que se cumpla lo pactado en los seis ciclos anteriores”.
Cabe recordar que, los ciclos de diálogos de paz corresponden a las rondas de conversaciones establecidas entre el gobierno y diversos grupos armados, como el ELN o las disidencias de las FARC, con el fin de negociar acuerdos y alcanzar la paz total. Estas reuniones se organizan por «ciclos», alternando sedes como Venezuela, México, Cuba o lugares dentro de Colombia, y abordan temas como la participación ciudadana, la reforma rural, la solución a las drogas ilícitas, las víctimas, y el fin del conflicto.
Entre tanto, Daza exigió que se reconozca al campesinado como actor directo de la negociación. “Sería una Mesa tripartita. Ya no sería Gobierno y FARC sino también las comunidades campesinas participando desde sus propios territorios”, sugirió. A esta petición se unió Jeferson invitando a las comunidades a que se apropien y participen de estos diálogos porque “La guerra más guerra solo llama a más guerra. Solo por medio del diálogo podremos avanzar, y podremos de pronto, por qué no, pensar en una Colombia en paz”.
Las conclusiones y relatorías de estas mesas serán insumos para el séptimo ciclo de los Diálogos de paz, en el que se espera avanzar en compromisos concretos.
Más allá de las discusiones técnicas y las estigmatizaciones que lo rodearon, el encuentro tuvo un profundo valor simbólico, dado que los Llanos del Yarí, históricamente ligados a la organización campesina y a procesos de diálogo en Colombia, volvieron a ser el escenario donde miles de voces reafirman que la paz con justicia social pasa por transformar la ruralidad y reconocer el papel central de las comunidades en su construcción.




